Fin de la fiebre del oro: Policía de Perú destruye un pueblo entero de mineros ilegales
En la operación sin precedentes del Gobierno peruano contra la minería ilegal han participado 900 policías armados y helicópteros, que descendieron sobre una mina de oro ilegal y el asentamiento que había crecido a su alrededor, La Pampa. Cientos de trabajadores ilegales y sus familias se quedaron sin hogar, ya que sus casas fueron incendiadas por los agentes de la ley.
"No nos tratan como a seres humanos, nos tratan peor que animales. ¿Qué vamos a hacer ahora?", ha comentado la exresidente de La Pampa Mariala Valdez, observando la destrucción de su casa. "No tenemos un lugar donde vivir y no hay manera de seguir adelante. Pero a ellos no les importa. El hecho de que cientos de nosotros hayamos quedado tan afectados no significa nada", concluyó la mujer citada por 'Daily Mail'.
Mientras tanto, el comisionado contra la minería ilegal, Antonio Fernández, indicó a Reuters que operaciones de este tipo van continuar. "Tenemos que seguir regresando aquí hasta que estos criminales entiendan que lo que hacen es ilegal", aseveró. Además, la minería ilegal viene acompañada de actividades ilegales como el trabajo de menores y prostitución. Según 'El Comercio', en el marco de la operación en La Pampa fueron rescatadas 32 mujeres que habían sido prostituidas en contra de su voluntad.
Décadas de minería han destruido 60.000 hectáreas de selva tropical solo en la región de Madre de Dios y han dado lugar a una extendida intoxicación por mercurio. La zona, famosa por su diversidad ecológica, actualmente muestra niveles de mercurio en el suelo y los ríos que superan drásticamente los recomendados por la Organización Mundial de la Salud.
Hasta 2013 la magnitud de la destrucción causada por el auge de la minería ilegal en la región de Madre de Dios pasaba casi desapercibida. Sin embargo, un estudio del Instituto Carnegie de EE.UU. puso de relieve el impacto devastador de la industria ilegal, que privó a los animales de su hábitat natural y causó daños a las regiones donde viven las tribus indígenas no contactadas. Según el estudio, el 76,5% de los habitantes de la zona tienen en su cuerpo niveles de mercurio muy por encima de los recomendados por la OMS. El mercurio –que puede provocar graves daños neurológicos y es particularmente peligroso para las mujeres embarazadas y los niños pequeños- llega a los trabajadores a través de los peces que sacan de los ríos. Este elemento se utiliza en el proceso de minería para unir las pequeñas piezas de oro y separarlas de la tierra.