Los legisladores alemanes de la Comisión de cumplimiento del artículo 10 de la Ley básica de Alemania estudian dirigirse al Tribunal Constitucional para protestar la decisión del Gabinete de ministros, que les denegó el acceso a los materiales sobre el espionaje de la NSA en Alemania para someterlos a su investigación, informa Süddeutsche Zeitung. Dicho artículo protege la confidencialidad de las conversaciones personales y prohíbe al Gobierno de Alemania espiar conversaciones de terroristas o traficantes de armas ilegales. De concretarse el proceso judicial se marcaría un precedente en la historia de Bundestag.
En vez de entregar a los parlamentarios información sobre los objetos espiados, el Gobierno designó al exjuez Kurt Graulich como fiscal especial para investigar el espionaje. Será él quien determine el carácter de la colaboración de agencia de contraespionaje alemana con la NSA, con el objetivo de esclarecer si Alemania violó algunos acuerdos con sus aliados europeos al ayudar a la NSA a espiarlos.
El Gobierno esgrimió en su momento que revelar a los legisladores datos sobre objetos del espionaje de la NSA alemanes sin aprobación de EE.UU, haría que este y otros países consideren a Alemania como un aliado poco fiable con el que no se puede compartir información sensible.
La oficina del fiscal especial que tiene que investigar al Servicio Federal de Inteligencia se encuentra en la sede del mismo, lo que genera desconfianza entre los legisladores de la comisión, así como varios legisladores de partidos opositores. No obstante, hasta el momento no está claro si la Comisión del Bundestag tiene derecho a entablar un juicio como este, lo que está siendo analizado por los juristas.
El historiador Ingo Niebel opina que en Alemania no existe voluntad política para cambiar las estructuras de Inteligencia de este país.