La mayoría de las rutas de transporte público de la capital de El Salvador siguen suspendidas desde el lunes, ante la violencia de las maras. Se trata de las pandillas Mara Salvatrucha y Barrio 18, que prohíben la circulación del transporte y amenazan con matar a cualquier conductor de bus que desafíe la prohibición.
De ese modo violento las maras buscan negociar con el Gobierno para exponer sus exigencias, entre las cuales se encuentra la reducción del acoso policial y militar en su contra, privilegios carcelarios a sus jerarcas y beneficios socioeconómicos a sus miembros.
De momento no se han calculado las repercusiones del paro, pero según los empresarios de autobuses, la crisis del transporte puede suponer alrededor de 800.000 dólares, informa AFP.
De acuerdo con el presidente de la Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP), Jorge Daboub, se ha pedido a los ejecutivos de las empresas "comprensión y flexibilidad" para que no se tomen acciones contra de los empleados por llegar tarde al trabajo.
Entretanto, miles de salvadoreños se ven obligados a desafiar el caos impuesto y buscan maneras para tomar cualquier vehículo que los lleve hasta sus trabajos. También hay chóferes que se aprovechan de la situación para ganar más dinero.
El primer día del paro, el secretario general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Medardo González, señaló que a través de esta medida los criminales intentan desestabilizar al Gobierno.
"Si es necesario desplegar la Fuerza Armada para patrullar las calles de San Salvador, lo vamos a hacer. Es una Fuerza Armada que en ningún momento se va a prestar a desestabilizar al Gobierno, porque está formada en una doctrina de respeto a la institucionalidad y respeto al poder civil", anunció el presidente salvadoreño Sánchez Cerén.
El secretario de comunicaciones del país centroamericano, Eugenio Chicas, indicó que el gobierno no pactará con las maras. "No hay pactos con grupos de pandillas, no hay ningún tipo de entendimiento" y lo que las autoridades de Seguridad harán es "profundizar los planes de seguridad", explicó.