"El avión es excesivamente pesado y no lo suficiente maniobrable", cree el experto militar estadounidense Winslow Wheeler, citado por la cadena Zvezda.
Errores de diseño son la mayor razón por la que el F-35 no puede competir con las innovaciones de fabricantes rivales, escribe el medio. Por mucho que promocione su avión Lockheed Martin, hay que entender que "el mejor caza furtivo del mundo" será casi inmediatamente derribado al encontrarse con aviones enemigos.
Metas demasiado ambiciosas
Según Ígor Znachkó, experto ruso en aviónica y sistemas de control, el problema consiste en la sobrecarga de programación.
"La esencia de este avión es la máxima integración del 'software' en todos los sistemas y subsistemas para descargar al piloto lo máximo posible. Pero en realidad se han escrito tantos programas y tan mal que simplemente estos no funcionan en conjunto", comentó el experto.
Señaló en particular que todavía no funciona bien el sistema de captura y seguimiento del objetivo, "un problema que puede costar una vida en combate".
Los problemas del 'software' son solo la punta del iceberg, señala Alexéi Proskuriakov, experto en materiales.
"Es que los materiales usados en el F-35 no tienen ningún componente revolucionario, de hecho, contiene los mismos que se aplicaron en aviones anteriores de la Fuerza Aérea, como el F-18, por ejemplo. Con los mismos problemas -fisuras entre piezas, donde llega la humedad, elementos del cableado no aislados-, que pueden reducir la fiabilidad del avión, si no paralizarlo por completo en malas condiciones meteorológicas", apuntó Proskuriakov.
El programa de construcción del F-35 ya ha costado más de 60.000 millones de dólares, y es muy probable que su modernización demande 400.000 millones adicionales, según admiten expertos estadounidenses.
Ni un paso atrás
Comentando sobre la ciega dedicación al proyecto de que no justifica sus costes, el candidato a doctor en Ciencias Técnicas y experto en sistemas de a bordo, Vladímir Lyashenko, dijo que la Fuerza Aérea de EE.UU. no tiene otro remedio.
"El problema es que EE.UU. solo tiene dos o tres años para seguir utilizando el 70% de su flota aérea. Luego hará falta un avión eficaz de producción en masa. Es decir, ¿en qué sentido eficaz? Para poder acabar con alguna Libia que no tiene sistemas de defensa aérea ni nada. El F-18 al respecto ya está muy atrás. Por eso EE.UU. llevará a término la epopeya del F-35 cueste lo que cueste", dijo el experto.
"Y la venta de estos aviones a sus aliados con modernización posteriormente impuesta, obviamente, le devolverá parte de la inversión", agregó.
La situación sin salida y, de hecho, forzada incorporación del todavía verde F-35 es un paso bastante arriesgado, ya que este avión tiene todas las oportunidades para ser considerado el mayor fracaso de la industria de defensa estadounidense desde la Guerra Fría.