"Nuestro país siempre ha aspirado a la paz para el Cáucaso. Hoy en día ayudamos mantener la seguridad y la tranquilidad en la República de Abjasia y la República de Osetia del Sur. Y los acontecimientos de los últimos tiempos vuelven a convencernos de que la única manera de salvar a los pueblos y a las naciones es la resolución pacífica de conflictos internos", escribió Dmitri Medvédev en su página en Facebook, en conmemoración del conflicto en Osetia del Sur de 2008.
El 8 de agosto de 2008 Georgia atacó a Osetia del Sur usando el sistema múltiple de lanzamiento de cohetes Grad; las tropas georgianas atacaron la república y destruyeron parte de la capital. Una base de pacificadores rusos fue uno de los primeros objetivos del fuego de artillería georgiano. En un intento por defender a los habitantes de la república vecina, Rusia envió sus unidades a Osetia del Sur y expulsó a las tropas georgianas.
"Fueron asesinados los conciliadores de paz rusos que, de acuerdo con el mandato de la ONU, debían garantizar la paz. Su asesinato fue una gravísima violación del derecho internacional, un grave delito. La reacción de Rusia fue dura pero adecuada. Estuvo dentro del marco de las leyes y los principios del derecho internacional. El principal objetivo de las acciones de Rusia fue evitar muertes y un desastre humanitario", precisó Medvédev.