Los mandatarios de Alemania y de Francia, Angela Merkel y François Hollande, planean crear una lista de países cuyos ciudadanos no podrán solicitar asilo, acelerando, asimismo, el establecimiento de centros de acogida de inmigrantes en Grecia e Italia, escribe 'The Guardian'. Miles de personas que huyen de países devastados por los conflictos cruzan Macedonia, Serbia y Hungría para llegar a Alemania, Francia y Reino Unido.
Mientras tanto, el aumento del flujo migratorio ha desatado polémicas sobre el funcionamiento de la zona Schengen. De hecho, las autoridades de Alemania, país que alberga el mayor número de migrantes en Europa, y de Bélgica, no descartan la posibilidad de reintroducir el control fronterizo para reducir la cantidad de inmigrantes. En este sentido, el ministro de Interior de Alemania, Thomas de Maizière, ha admitido que el acuerdo Schengen está "en peligro".
El analista internacional Juan Luis González Pérez considera que el cierre de fronteras internas no puede resolver la crisis migratoria en Europa. "El flujo migratorio que se ha producido en estos años se debe, entre otras razones, a las guerras en las que Europa está participando como cómplice de Estados Unidos y de Israel en Oriente Medio", opina el experto, destacando que la llegada de inmigrantes es una especie de "venganza" por esta participación europea. Según el analista, es muy importante "detener las causas que provocan la crisis y no solo las consecuencias".