Alemania: "La crisis de refugiados es una vergüenza para la Unión Europea"
Tres países de la Unión Europea (Alemania, Suecia y Austria) están acogiendo la mayor parte de los refugiados mientras la mayoría de los miembros de la Unión hacen caso omiso de la difícil situación actual, señaló Sigmar Gabriel, vicecanciller alemán a cargo de Energía y Economía, en una entrevista a la cadena de televisión estatal alemana ARD, informa Vesti.
A juicio de Gabriel el cierre de las fronteras a las personas que huyen de la guerra pone en peligro la política interna de fronteras abiertas de la Unión Europea.
"Vamos a tener que cambiar nuestra política sobre refugiados de manera radical", aseguró el vicecanciller en la entrevista emitida este domingo. "La magnitud del volumen nos obligará a hacer mucho más".
Las declaraciones del jefe del partido socialdemócrata (SPD) se producen después de que ultraderechistas provocaran disturbios por segunda noche consecutiva en un centro de acogida en Heidenau, una localidad en el este de Alemania.
"Creo que es una lástima que la mayoría de los países miembros de la Unión Europea digan "No nos concierne", opina el político del Partido Social Demócrata, que, junto con la Unión Demócrata Cristiana de Angela Merkel representa la mayoría en el Gobierno. "Una Europa sin fronteras abiertas tendría implicaciones económicas, políticas y culturales desastrosas", explicó.
La enorme cifra de refugiados que llega a Alemania (el Gobierno espera la cifra récord de 800.000 solicitantes de asilo este año) está haciendo saltar las alarmas de muchos municipios alemanes ante las protestas de habitantes locales y falta de medios.
La afluencia de refugiados, sobre todo de Siria, Kosovo y Albania, ya ha dado lugar a un agravamiento de las tensiones sociales en Alemania y protestas entre la población local, que en muchos casos se han traducido en ataques contra asentamientos temporales en el país.
Alemania y la Comisión Europea no pueden superar la oposición de otros países de la Unión Europea, entre ellos el Reino Unido, España, Dinamarca y Hungría, que no quieren acoger a una gran parte de los refugiados que llegan a las fronteras de la Unión Europea desde Kosovo, Oriente Próximo y el Magreb.