Hace unas semanas, el precandidato a la presidencia de EE.UU., Donald Trump, que anteriormente ya había hecho escandalosos comentarios sobre los inmigrantes latinoamericanos, anunció que si es elegido presidente, aumentaría la escala de las deportaciones y acabaría con el "derecho de ciudadanía" de los hijos de inmigrantes ilegales que han nacido en EE.UU.
Trump no ha aportado muchos detalles sobre su propuesta de deportaciones, pero de acuerdo con su plan, estos hijos de inmigrantes serían deportados junto con sus padres. Además, se le pediría a México colaborar con Washington para construir una valla a lo largo de la frontera para impedir más inmigración.
Estas declaraciones recuerdan en gran medida a las deportaciones masivas que tuvieron lugar en los años 30 del siglo pasado, durante la Gran Depresión, escribe 'La Jornada'. En aquella época, cuando se temía que los inmigrantes les quitaran los trabajos a los blancos, entre medio millón y un millón de inmigrantes se vieron obligados a salir del país. Más aún, un 60 por ciento de ellos eran ciudadanos estadounidenses, de acuerdo con algunos estudios.
La deportación masiva de los años 30, que afectó sobre todo el suroeste y el centro-norte de EE.UU., "destruyó familias y muchos hijos jamás volvieron a ver a sus padres", denuncia Balderrama, coautor de un libro dedicado a la repatriación, informa el periódico. Algunos testimonios posteriores han señalado que las familias deportadas perdieron la mayoría de sus posesiones y algunas personas murieron intentando regresar.