La vigilancia fue ordenada por el entonces director del FBI, J. Edgar Hoover, en febrero de 1961, según 'The Washington Post'. Aquel mismo año, el periodista García Márquez, de 33 años de edad, acababa de llegar a Nueva York con su esposa y su hijo recién nacido.
El FBI aún tiene en su poder 133 páginas adicionales del archivo cuyo contenido se desconoce, por lo que no está completamente claro qué despertó tanto interés sobre el joven periodista.
No obstante, la motivación del FBI puede estar conectada con la llegada de García Márquez a EE.UU., que tenía como objetivo en "ayudar a establecer un servicio de noticias del Gobierno cubano", la agencia Prensa Latina. Además, más tarde se convirtió en amigo del entonces líder cubano, Fidel Castro.
De acuerdo con los documentos, el FBI contactó a al menos nueve "informantes confidenciales" que vigilaban de las actividades del fundador del realismo mágico.
El hijo mayor del premio Nobel de literatura, Rodrigo García, admitió al diario estadounidense que no le sorprendió esta información que oficialmente había permanecido en secreto hasta hoy. El vástago del escritor explicó que debido al hecho de que su padre llegó a Nueva York "para abrir una agencia de prensa cubana, habría sido inusual si no fuera espiado".
No obstante, el hijo del autor de 'Cien años de soledad' recuerda que, curiosamente, Gabo fue despedido unos meses más tarde de Prensa Latina por no ser "un comunista verdadero", ya que, añade, "nunca perteneció a ninguna organización política".