El coste promedio de cada ataque aéreo realizado por EE.UU. contra la organización terrorista se estima en 2,5 millones de dólares, según datos del Centro para Evaluaciones Estratégicas y Presupuestarias citados por el portal Slate. Desde agosto de 2014 hasta septiembre de 2015 las fuerzas de EE.UU. y la coalición han llevado a cabo un total de 6.550 ataques aéreos: 4.085 en Irak y otros 2.465 en Siria.
Esta cifra incluye gastos de inteligencia, vigilancia y reconocimiento proporcionados en gran parte por vehículos aéreos no tripulados, así como de mantenimiento y reabastecimiento de los aviones (entre ellos modelos F-15, F-16, F/A-18 y F-22) que utilizan las fuerzas aéreas estadounidenses para combatir a los yihadistas.
El Departamento de Defensa afirma que los ataques han destruido hasta ahora más de 10.000 objetivos en la zona de conflicto. No obstante, en estos momentos empiezan a surgir varios interrogantes sobre si el resultado poco exitoso de esas operaciones realmente justifica los gastos que han generado. Los críticos de la campaña militar enfatizan el problema de exceso de precaución en los planes para llevar a cabo los bombardeos. "Los ataques aéreos realizados hasta el momento solo pueden definirse como 'anémicos'", creen algunos expertos.