La valla, de una altura de 3,5 metros, se extenderá a lo largo de 175 kilómetros de frontera entre Hungría y Serbia con el objetivo de detener el flujo de indocumentados.
Los prisioneros proceden de la cárcel Csillag de alta seguridad en los alrededores de Szeged, según Reuters, y son remunerados con 33.000 florines (117 de dólares) al mes. Unos 350 reclusos están trabajando a lo largo de la frontera bajo la supervisión de 65 guardias de la prisión.
El jefe de personal del primer ministro Viktor Orbán, Janos Lazar, anunció el jueves que la valla podría estar completada en octubre, un mes antes de lo previsto. "Vamos a empezar a arrestar a migrantes que crucen la frontera de forma ilegal desde la próxima semana", afirmó el primer ministro este viernes.
Estas imágenes grabadas por la agencia Ruptly muestran a los reos húngaros construyendo la valla.