Un video realizado por una cámara instalada sobre un pequeño vehículo aéreo no tripulado muestra el momento en el que, este miércoles, la Policía húngara respondió con gas lacrimógeno y agua a presión a las decenas de refugiados que comenzaron a tirarles botellas y otros objetos y a romper el alambrado de cuchillas que separa la frontera con Serbia, informa 'The Daily Mail'.
"Hemos visto a muchos niños afectados por el gas pimienta y a muchas madres de familia llorando por esa situación, a gente tirada en el suelo", afirmaba nuestro corresponsal, Francisco Guaita, que trabajó en lugar de los hechos y se vio afectado por gases lacrimógenos.
La grabación también muestra a vista de pájaro la nueva 'Gran muralla', de 175 kilómetros de longitud, que divide la frontera serbo-húngara y aleja el espacio Schengen de los refugiados que huyen de la guerra y la miseria, así como las tiendas de campaña que algunos han adoptado como hogar temporal.
Hungría cerró su frontera con Serbia antes de la medianoche del lunes pasado cuando, según lo previsto, debían entrar en vigor las enmiendas a la legislación que contemplan endurecer de manera significativa los controles fronterizos. De esta forma, el camino de cientos de personas que ya habían viajado miles de kilómetros quedó bloqueado.
Francisco Guaita, que tildó la situación de este miércoles de "caótica", afirmó que los refugiados no han comido desde hace días y que algunos se han gastado hasta 8.000 euros en el viaje y no tienen previsto abandonar su búsqueda de una vida mejor. Además, indicó que "la mayoría de los refugiados son profesionales, entre los que destacan médicos y profesores.