"Desde 2011, Turquía, Arabia Saudí y Catar, incapaces de derrotar a Bashar al Assad, lo han intentado todo con tal de convencer a Barak Obama de la necesidad de acabar con el mandatario sirio", escribe la analista política Nazanín Armanián en su artículo publicado por el diario 'Público'. La autora de numerosos libros sobre los problemas de Oriente Medio considera que el acuerdo de EE.UU. con Irán acabó con el sueño de Ankara y Riad de derrocar al presidente sirio y que por este motivo fue lanzada esta provocación a gran escala.
La Casa Saud ha ofrecido a Alemania la construcción de 200 mezquitas (wahabitas) para que los supervivientes sirios no olviden el terror del Estado Islámico
Cientos de miles de refugiados cruzan la frontera sirio-turca para dirigirse a Europa. Aunque la economía de los países del golfo Pérsico, enriquecidos por la venta del crudo, permite albergar a refugiados, ninguno de ellos se dirige a esa parte de la región. Hungría, Croacia, Eslovenia, Austria y Alemania son países más afectados por el flujo migratorio que cualquier monarquía del Golfo. Mientras tanto, "la Casa Saud ha ofrecido a Alemania la construcción de 200 mezquitas (wahabitas) para que los supervivientes sirios no olviden el terror del Estado Islámico", señala la politóloga.
La experta subraya que cuando los autores de la estrategia turco-saudita se dieron cuenta de que las múltiples imágenes de inmigrantes sirios muertos por asfixia o congelación no herían las sensibilidades de los europeos, se intentó de nuevo con la imagen del niño sirio ahogado en una playa turca, acompañada del siguiente pie de foto: "Ha muerto porque Occidente no ha eliminado a Assad", a sabiendas de que los refugiados están huyendo del terror del Estado Islámico.
Sorprende que la misma Angela Merkel que semanas atrás hizo llorar a una niña palestina denegando la petición de asilo para su familia de cinco miembros se vuelva generosa y acoja a miles de sirios
"¡Y objetivo conseguido! En Londres, Berlín y París ya se baraja bombardear este devastado país, aunque sea ilegal incluso según sus propias leyes. Sorprende que la misma Angela Merkel que semanas atrás hizo llorar a una niña palestina denegando la petición de asilo para su familia de cinco miembros se vuelva generosa y acoja a miles de sirios. ¡Hipócritas belicistas!", declaró la experta.
La profesora de la UNED explica que uno de los objetivos de Occidente en Siria es cortar las Rutas de la Seda diseñadas por China y seguir chantajeando a Irán, que pretende volver a convertirse en 'el gendarme del golfo Pérsico' sí se levantan las sanciones impuestas a su sector petrolero. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, por su parte, utiliza el ruido mediático de la crisis de refugiados sirios para "convertir en pesadilla el sueño de los kurdos sirios de fundar su autonomía en el norte del país", concluyó.