En el mejor de los casos la obsoleta flota de cazabombarderos embarcados de EE.UU. Boeing F/A-18E/F Super Hornet podría recibir sus primeros sustitutos de sexta generación, los F/A-XX, en 2035, sugieren varias fuentes del sector.
Según un alto funcionario de la industria aeronáutica citado por The National Interest, "si se empieza de inmediato, para 2035 se tendría, en el mejor de los casos, la COI [capacidad operativa inicial]", es decir, cuando el caza ya está desarrollado, fabricado en serie y cuando los pilotos se han entrenado en su manejo.
La Marina pone su mira en emprender este otoño el desarrollo de la versión embarcada del F/A-XX, aunque aún no se ha fijado la fecha de inicio, indica una fuente del sector. El jefe saliente de operaciones navales, el almirante Jon Greenert, ha firmado el documento sobre las capacidades iniciales del F/A-XX, que aún tiene que ser aprobado por el Consejo de Supervisión de Requisitos Conjuntos y someterse a la Junta de Adquisiciones de Defensa, lo que supondría el pistoletazo oficial de salida.
Ello permitiría la puesta en servicio operacional del nuevo avión en 2035, aunque "eso es ser muy optimista", advierte un funcionario de la industria. "Si aplicamos el calendario de los F-22 o F-35, será aún peor", puntualiza.
El problema para la Armada es que para el año 2035, la flota de los Super Hornet en servicio superará su vida útil asignada para su fuselaje de 6.000 horas de vuelo.
Si entran en servicio operacional los F-35C que ya están encargados, esto significaría que los portaaviones de EE.UU. dispondrían de solo la mitad de su ala área.
"No se puede parar la producción de Super Hornet hasta que esté listo para ser fabricado el F/A-XX", dijo el funcionario de la industria citado por la revista.
En otras palabras, parece que la Armada no está dispuesta a comprar más F-35C.