"Este evento profundamente turbador debe ser investigado rápidamente de manera exhaustiva e independiente. Los resultados deben hacerse públicos", afirmó Zeid Raad al Hussein citado por AFP. "La gravedad del incidente se subraya por el hecho de que el ataque aéreo de un hospital puede ser declarado un crimen de guerra, si así lo establece un tribunal de justicia", apuntó.
"Los planificadores militares internacionales y afganos tienen la obligación de respetar y proteger a los civiles en todo momento, y los servicios médicos y el personal son objeto de una protección especial. Estas obligaciones se aplican independientemente de qué Fuerza Aérea está involucrada en el conflicto e independientemente de la ubicación", aseveró.
El jefe de la Misión Apoyo Decidido de la OTAN en Afganistán, el general norteamericano John Campbell, este sábado ha pedido disculpas al presidente afgano, Ashraf Ghani, por el trágico incidente, según un comunicado de la Administración de Ghani citado por Reuters. Sin embargo, la agencia precisa que esta información no fue confirmada por un portavoz de la coalición internacional.
Un bombardeo en Kunduz destruyó un hospital de la ONG Médicos Sin Fronteras (MSF). El ataque dejó 19 muertos y 34 heridos. Decenas de personas han desaparecido. Las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos podrían ser las responsables del bombardeo, declaró un representante de las tropas de la OTAN en Afganistán.
MSF confirmó que la organización había compartido con la OTAN y el Ejército estadounidense las coordenadas GPS de sus instalaciones médicas en Kunduz. La ONG también dijo que el ataque a su hospital continuó durante 30 minutos después de que los funcionarios estadounidenses y afganos hubieran sido informados de que lo que estaban bombardeando era un centro médico, informa 'The Guardian'.