"El 3 de octubre las fuerzas afganas nos informaron de que estaban realizando ataques contra las posiciones del enemigo y pidieron el apoyo de las Fuerzas Armadas norteamericanas", ha declarado el comandante de las tropas estadounidenses en Afganistán general John Campbell, en afirmaciones recogidas por AP. "El objetivo del ataque aéreo fue eliminar la amenaza de los talibanes pero varios civiles se vieron afectados por accidente", ha añadido el militar.
El bombardeo estadounidense sobre la ciudad de Kunduz, en el norte de Afganistán, destruyó un hospital de la ONG Médicos Sin Fronteras. El ataque dejó 22 muertos y decenas de heridos y desaparecidos. La organización denuncia que el ataque continuó durante 30 minutos después de que los funcionarios norteamericanos y afganos hubieran sido informados de que estaban atacando un centro hospitalario.
El general John Campbell ha asegurado que la investigación sigue en curso y que los militares garantizarán la transparencia de la misma. Por otra parte, el funcionario no ha aclarado si se han podido cometer otros errores durante los bombardeos norteamericanos. "Si se cometieron errores, los vamos a reconocer", ha zanjado.