Los combatientes del Estado Islámico "han heredado" la mayoría de las fortificaciones subterráneas en Siria, informa la cadena rusa Zvezda. Se trata de construcciones subterráneas de épocas antiguas y medievales, así como de estructuras modernas en forma de túneles o socavones. Hay barrios enteros conectados por túneles en una sola cadena.
Estas comunicaciones subterráneas solo podrían haber sido creadas por especialistas con los que no cuentan terroristas, por lo que se cree que ingenieros de Arabia Saudita, Qatar, Turquía y Estados Unidos actúan allí como "capataces subterráneos", escribe Zvezda en su página web.
Cerca de la ciudad de Barze, el Ejército de Bashar al-Assad descubrió un túnel a una profundidad de 12 metros, en cuyo interior podría caber un tanque o un camión. En Homs se concentra el mayor número de pasos subterráneos del país conformando "toda una ciudad invisible y protegida".
Las Fuerzas Aéreas rusas destruyen con eficacia estas "ciudades subterráneas" con ataques puntuales capaces de romper estructuras de hormigón de muchos metros, explica la cadena.
Rusia sigue bombardeando posiciones del Estado Islámico en Siria, habiendo destruido ya más de 50 objetos, incluidas las sedes de mando subterráneas. La experiencia no es nueva para el país, ya que la Unión Soviética en Afganistán bombardeaba las profundas minas-tuberías de agua típicas de Oriente, denominadas 'kariz', que fueron utilizadas para movimientos encubiertos, sedes de mando y depósitos de equipo.