De una rama de Al Qaeda a una verdadera plaga del siglo XXI. El violento y repentino levantamiento del Estado Islámico ha estremecido el mundo, activando alertas tanto en Oriente Medio como en los países muy alejados de la región.
El autoproclamado califato tiene armas y recursos, utiliza innovadores métodos de combate y de reclutamiento; sus soldados no saben qué es el miedo y sus objetivos no se limitan a Irak y Siria.
Mientras que los combatientes del Estado Islámico van ganando nuevos territorios y sembrando miedo y muerte, el mundo, horrorizado, no para de hacerse preguntas: ¿De dónde ha salido el EI? ¿Cómo ha conseguido convertirse en lo que es hoy en día? Y la pregunta principal: ¿Es posible detenerlo?
A continuación les contamos en detalle lo que sabemos sobre el Estado Islámico.
¿De dónde ha salido el Estado Islámico?
La historia de lo que hoy conocemos como el Estado Islámico se remonta al año 2004, año de nacimiento de un grupo terrorista próximo a Al Qaeda con el nombre de Yama'at al-Tawhid wal-Yihad (Comunidad del Monoteísmo y la Yihad). Dirigido por Abu Musab al Zarqaui, se formó para hacer frente a la invasión de Irak (2003) y desde entonces ha cambiado varias veces de nombre y objetivos.
En octubre de 2004 se unió oficialmente a Al Qaeda y pasó a llamarse Al Qaeda en Irak, nombre que en 2006 fue reemplazado por el del Consejo de la Shura de los Muyahidines y, más tarde aquel año, Dawlat al-'Iraq al-Islamiyya (Estado Islámico de Irak, o EII). Entonces la organización era liderada por Abu Bakr al Baghdadi y no actuaba directamente en Siria.
A mediados de 2011 uno de sus miembros, Abu Mohamad Al-Golani, fundó el Frente Al Nusra, que pasó a ser el principal actor yihadista de la guerra civil en Siria, obteniendo en particular los recursos del EII.
Buscando mantener su influencia sobre el Frente Al Nusra y reflejar su involucración en la guerra civil siria, en abril de 2013, el EII pasó a denominarse Estado Islámico de Irak y Levante (denominación antigua de grandes territorios de Oriente Próximo) y empezó a actuar también en Siria.
Sin embargo, las diferencias ideológicas y estratégicas enfrentaron a ambos grupos. Es más, los métodos y las actividades violentas de EIIL, como desmembramientos o decapitaciones, resultaron demasiado radicales, no solamente para las milicias sirias, sino también para la propia Al Qaeda. En febrero de 2014, el líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, anunció que dejaba de apoyar a EIIL y posteriormente pidió a la milicia que dejara de actuar en Siria y volviera a Irak.
Sin embargo, la ruptura no solo no detuvo al grupo terrorista, sino que le dio nueva vida: en junio de 2014, el Estado Islámico de Irak y el Levante anunció que eliminaba de su nombre la referencia geográfica y declaró que establecería un nuevo 'califato islámico', el primero desde el fin del Imperio otomano en el año 1924. El mismo día su líder, Abu Bakr al Baghdadi, fue autoproclamado 'califa' y 'líder de todos los musulmanes'.
A medida que el grupo cobraba fuerza, crecía también la violencia de sus métodos y el alcance de sus masacres. Con especial crueldad los yihadistas, intolerantes hacia cualquier persona que no se ajuste a su ideología sunita salafista, persiguieron los yazidíes, a los que acusan de "adorar al demonio". Los hombres de esta minoría religiosa kurda fueron ejecutados sumariamente y sus mujeres convertidas en esclavas sexuales.
Hoy en día la exrama de Al Qaeda tiene más poder que la propia organización de la que se escindió. En los últimos años una serie de monstruosos atentados perpetrados por terroristas del Estado Islámico han afectado a varios países del mundo.
Unos cuarenta grupos radicales distribuidos por casi todo el hemisferio oriental han expresado su apoyo y han jurado lealtad al Estado Islámico. Entre ellos, algunos tan destructivos como Boko Haram en Nigeria, Aby Sayyaf en Filipinas y Jundallah en Pakistán. Incluso países como Brasil o Noruega no escapan a la influencia letal de la organización terrorista, ya que dos grupos extremistas radicados allí, Ansar al-Khilafah y Profetens Ummah, han jurado lealtad al EI.
La organización terrorista incorporó a algunos de ellos, declarando 'valiatos', es decir, provincias del Estado Islámico en varias partes del mundo, desde el Magreb y África Occidental hasta Malasia y Filipinas.
- Septiembre de 2014. Creación del Valiato de Argelia.
- Octubre de 2014. Creación del Valiato de Jorasán en Pakistán y Afganistán, también activo en la India, Bangladés, Tayikistán.
- Noviembre de 2014. Creación de valiatos en tres históricas provincias de Libia.
- Noviembre de 2014. Creación del Valiato del Sinaí, en Egipto.
- Noviembre de 2014. Creación del Valiato de Yemen.
- Noviembre de 2014. Creación del Valiato de Najd y del Valiato de Haramayn en Arabia Saudita.
- Marzo de 2015. Creación del Valiato al Sudan al Gharbi, tras la adhesión al EI el grupo terrorista nigeriano Boko Haram, también activo en Benín, Chad, Níger, Malí y Camerún.
- Abril de 2014. Creación del Valiato de Lánao, después de que el temible grupo Maúte (Filipinas) jurara lealtad al EI.
- Junio de 2015. Creación de Valiato del Cáucaso en el Cáucaso del Norte, Rusia.
Los atentados más sangrientos del Estado Islámico
Desde el principio el Estado Islámico se ha basado el control y la vigilancia para evitar que la organización se convierta en otra Al-Qaeda, sin una jerarquía y sin que esté claro quién manda y quién obedece.
El plan maestro del 'arquitecto del Estado Islámico'
Llaman la atención los documentos internos secretos del Estado Islámico, obtenidos y publicados por el diario alemán 'Spiegel' que mostraron que la estrategia del grupo terrorista consistió en un plan detallado para conquistar Siria y crear nada menos que un Estado de inteligencia.
Los documentos, en su mayoría escritos a mano, provienen del llamado 'arquitecto del Estado Islámico', un excoronel de la inteligencia iraquí conocido por el nombre-código de 'Haji Bakr'. El excoronel se había unido a la organización precursora del Estado Islámico en Irak en 2004 y, posteriormente, en 2010, ayudó a Abu Bakr al Baghdadi a conseguir el liderazgo nominal del EI. En 2012 Bakr operaba junto a las fuerzas del grupo en Siria y fue asesinado en combate en 2014.
Los documentos revelan métodos de establecimiento de un Estado inteligente, bien organizado y altamente complejo, basado en el espionaje generalizado, la vigilancia, los asesinatos y los secuestros. Los espías del grupo fueron introducidos en el sistema administrativo y en los organismos religiosos del norte de Siria antes de que empezara la guerra contra el Gobierno.
Los agentes debían deshacerse de las personas carismáticas que pudieran convertirse en líderes de la lucha antiyihadista. Unidades especiales del EI eliminaron a los potenciales líderes de la oposición desde el principio y solo después iniciaron los ataques a las posiciones del Ejército sirio con el apoyo de "células durmientes" armadas.
¿Dónde y cómo recluta a los voluntarios?
El 'arquitecto del Estado Islámico' era muy consciente de que en una sociedad donde todo el mundo se conoce será difícil encontrar a verdugos que no duden en matar a los civiles. Es por eso por lo que creó campos de entrenamiento donde debían reunirse los islamistas radicales de diferentes países. Después de dos meses en un campo así, los reclutas se convierten en unidades de batalla perfectas que obedecen cualquier orden del líder.
Según datos de la Inteligencia de EE.UU., en su momento de mayor auge a la organización se unían al mes unos 1.000 voluntarios extranjeros de 80 países, al margen de la movilización de población en Irak y Siria.
Según distintas estimaciones, hacía 2015 entre 16.000 y 31.000 personas, incluidas mujeres y menores de edad se unieron a este y a otros grupos extremistas en Siria. Sin embargo, en 2017 la situación ha cambiado, registrándose un proceso a la inversa, debido a las pérdida de posiciones de los terrorristas.
El Gobierno de EE.UU. estima que hasta 25.000 milicianos extranjeros del Estado Islámico han perdido la vida.
A pesar de su odio hacia Occidente, el Estado Islámico está haciendo un gran esfuerzo por reclutar a occidentales y así aumentar su influencia propagandística. De acuerdo con un exmiembro del grupo islamista, en todos los países occidentales operan divisiones clandestinas del EI, cuyo objetivo es desestabilizar la situación en los Estados europeos y organizar atentados si así se lo ordenan.
Una de las innovaciones del Estado Islámico es que no controlan ni coordinan a gran escala las acciones de sus simpatizantes en Europa y EE.UU. Es decir, animan a los habitantes de los países desarrollados a tomar la iniciativa en sus propias manos, coger un arma e ir a matar.
'Cachorros del califato'
Durante los más de dos años en los que el Estado Islámico mantuvo bajo su control grandes territorios de Irak y de Siria, creció una nueva generación de niños adiestrados por los terroristas y preparados para empuñar las armas.
En su momento de mayor auge, el Estado Islámico controlaba hasta el 40% del territorio iraquí, incluida su segunda ciudad más grande, Mosul, y un tercio de Siria. En 2017 los territorios que estaban bajo control de los yihadistas no pasaban del 6% del territorio iraquí, reduciéndose sobre todo en Siria, si bien en este tiempo muchos de los menores que viven en las zonas liberadas del Estado Islámico se han convertido en fanáticos religiosos.
Muchos de ellos se unieron a los yihadistas porque, en primer lugar, no tenían nada que hacer en los países destrozados por la guerra. Algunos de ellos fueron vendidos por sus propios padres por unos 200 dólares.
Después de haberse integrado en las filas de los terroristas, unos 2.000 yihadistas menores de edad se encuentran en las cárceles de Irak, donde son sometidos a torturas, según denunciaron defensores de derechos humanos. De una de tales cárceles, establecidas por EE.UU. en Irak tras la invasión de 2003, salió el líder de la organización terrorista, Abu Bakr Al-Bgdadi, así como muchos de sus integrantes.
Otros menores regresan a sus comunidades tras participar en las hostilidades, pero se topan con el odio de los vecinos, que tras contemplar atrocidades cometidas por adolescentes no los consideran víctimas de la guerra, sino verdugos. En ambos casos, los niños necesitan una rehabilitación y protección ante la influencia de los extremistas que no reciben.
¿Por qué lo apoya la población local?
Los musulmanes de Oriente Medio no tienen califato desde el otomano (1517-1924), de orientación sunita, el cual fue abolido por Turquía en la reforma constitucional de 1926.
Hoy la mayoría de los países de Oriente Medio son seculares y no islámicos, y un musulmán devoto que quiere vivir de acuerdo con la sharía no tiene muchas opciones (Irán es una excepción, pero es chiita, mientras que el 87 por ciento de la población del mundo musulmán es sunita).
Mientras tanto, para muchos musulmanes de la región su identidad religiosa es más importante que su identidad nacional.
A diferencia de los demás grupos de islamistas radicales, los 'constructores del califato' del Estado Islámico de verdad quieren crear un Estado en los territorios ocupados. Cuando sus combatientes toman control de una ciudad, inmediatamente organizan allí una policía, una administración local y los tribunales de la sharía. El Estado Islámico incluso emitió su propia moneda de oro, cuyo valor oscila desde los cinco centavos hasta los 700 dólares.
Además, al tomar una ciudad, los combatientes del Estado Islámico les dan la enhorabuena a los habitantes locales por la llegada de una nueva vida y prometen no ejecutar a nadie (sin razón). También reparten comida entre los pobres (sin olvidar de grabarlo), abren tiendas y servicios sociales.
Asimismo, los insurgentes siempre están en busca de nuevas herramientas que les ayuden a expandir su influencia en Oriente Medio y ganarse el apoyo de las poblaciones locales.
Aparte de las pérdidas humanas, el Estado Islámico ya ha causado pérdidas irreparables para el patrimonio histórico y cultural de la humanidad.
Miles de iglesias, mezquitas y monumentos de Siria e Irak o las antiguas ciudades de Hatra y Nimrud son solo algunos ejemplos de las maravillas destrozadas por los 'bulldozers', mazas y explosivos de los extremistas. "Milenios de historia han sido destrozados con martillos de ignorancia. Con cada monumento destruido la historia se olvida", lamenta al respecto Abdulameer Al-Hamdani Dafar, arqueólogo de la Universidad de Stony Brook en Nueva York.
La lógica de estas acciones es que, para el grupo terrorista, las estatuas y los monumentos son una muestra de 'shirk', es decir, representan ídolos y dioses falsos. La voz 'shirk' en el islam es equivalente a 'haram' (prohibido).
"Estas ruinas que se encuentran detrás de mí son ídolos y estatuas que la gente del pasado solía adorar en lugar de Alá. Cuando Dios nos ordena retirarlas y destruirlas, se nos hace fácil: no nos importa si cuestan millones de dólares", explicaba un yihadista en un video publicado por el Estado Islámico en febrero pasado en el que un grupo de extremistas destruye salvajemente con picos y mazas esculturas de 3.000 años de antigüedad e incalculable valor en el museo de Mosul.
Sin embargo, los terroristas se llevan algunas piezas de las ciudades históricas destruidas para venderlas posteriormente, ya que para ellos constituye una fuente de ingresos. "Los yihadistas dicen que la imagen de un ser vivo es 'haram', pero no son aprensivos a la hora de usar estatuas para obtener ganancias financieras", recuerda el ministro de Turismo y Patrimonio Histórico de Irak Adel Al-Fahad Shershab.
¿Quién lucha contra el Estado Islámico?
Coalición internacional encabezada por EE.UU.
La coalición internacional liderada por EE.UU. empezó la campaña de bombardeos contra las posiciones del EI el 8 de agosto de 2014. Desde agosto, la coalición ha realizado miles de bombardeos contra las zonas controladas por los extremistas en Irak. También ha llevado a cabo ofensivas en Siria.
En junio de 2015 el Pentágono divulgó que destinaba 9 millones de dólares diarios a la lucha contra el Estado Islámico en Irak y Siria. Sin embargo, esta cifra no bastó para impedir la expansión territorial del EI, que se apoderó de una serie de ciudades clave en Irak y Siria.
Además, los críticos acusan a la coalición de poca eficacia y de causar bajas civiles durante los bombardeos.
"Nosotros [EE.UU.] no hemos hecho absolutamente nada (…) Hemos bombardeado, pero sin ningún resultado. El EI sigue siendo fuerte, incluso mucho más que antes", denunció el coronel retirado del Ejército estadounidense y analista militar Jack Jacobs.
Según afirma el presidente del Instituto ruso de Oriente Próximo, Yevgueni Satanovski, en el semanario 'VPK', la coalición existente "no tiene ninguna posibilidad de éxito" por dos razones: porque la coalición no está conformada por varios países importantes, y porque los países de la coalición, sobre todo EE.UU., anteponen sus propios intereses a la causa común.
Rusia
El 30 de septiembre de 2015 el Senado ruso aprobó la entrada en acción de sus Fuerzas Aéreas en Siria. Las autoridades del país tomaron esta decisión después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, solicitara a Moscú ayuda militar para luchar contra los terroristas. Este mismo día, tras coordinarse con las autoridades sirias, los aviones rusos lanzaron ataques aéreos contra las posiciones del EI.
Con el objetivo de coordinar la lucha conjunta contra el Estado Islámico, Rusia, Irán, Irak y Siria crearon un centro de información en Bagdad. Sus principales funciones son recopilar, procesar, resumir y analizar los datos sobre la lucha contra los terroristas en Oriente Medio.
Los objetivos principales de los bombardeos rusos en Siria son arsenales de armas, depósitos de combustible y otras instalaciones con material militar del Estado Islámico, según el canciller Serguéi Lavrov. Desde el principio del operativo antiterrorista ruso en Siria, han sido eliminados centenares de camiones cisterna de transporte de petróleo y otros hidrocarburos utilizados por los terroristas del EI, aparte de un gran número de combatientes.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, afirmó que los ataques aéreos rusos en los territorios sirios han provocado que los terroristas pierdan 60 toneladas de petróleo y 1,5 millones de dólares al día.
Los ataques rusos contra camiones e instalaciones petrolíferas en el marco del operativo antiterrorista en Siria representan un desafío importante para el sistema de procesamiento y venta de petróleo del Estado Islámico.
En reiteradas ocasiones el presidente ruso, Vladímir Putin, ha realizado llamadas para que todas las partes que luchan contra el terrorismo unan sus fuerzas y creen "una única coalición" que permita coordinar sus acciones de manera más eficiente.
Fuerzas kurdas
Los kurdos desempeñan un papel esencial en la lucha contra la organización terrorista y liberaron territorios de considerable extensión ocupados por el Estado Islámico, tanto en Siria como en Irak. Las victorias kurdas redujeron el territorio controlado por el EI, probando que el grupo yihadista no es invencible, pese a los impactantes éxitos militares que tuvo.
Los militares de la Región Autónoma del Kurdistán iraquí recuperaron y anunciaron que aspiran a convertir el citado territorio en un Estado independiente, "aunque EE.UU. no lo acepte". Por su parte, las fuerzas kurdas en el norte de Siria, apoyadas por EE.UU. desde el aire, recuperaron una parte importante de su territorio.
Merece especial atención la participación de las mujeres en las filas kurdas. Y es que los milicianos del Estado Islámico creen que si mueren en combate a manos de una mujer, sus almas arderán en el infierno, al contrario de lo que sucedería si caen a manos de un hombre.
Teniendo en cuenta esto, los kurdos forman batallones femeninos para atormentarlos y hacerlos retroceder, un ejemplo de lo cual sonlas Unidades Femeninas de Protección (YPJ), la sección femenina de las Unidades kurdas de Protección Popular (YPG).
El Ejército iraquí
Aunque en un primer momento las fuerzas armadas del Gobierno de Irak se revelaron como una de las partes débiles del conflicto, después jugaron el papel clave en la batalla por la ciudad de Mosul, la 'capital iraquí' de la organización terrorista. La batalla comenzó en octubre de 2016 y se considera que ha sido clave en la lucha contra el Estado Islámico.
Es que con la disolución del Ejército de Husein en 2003, las Fuerzas Armadas del país perdieron a la cúpula y los jefes militares experimentados en conflictos previos. Además, en medio de los escándalos de corrupción y favoritismo durante el mandato del exprimer ministro Nuri al Maliki se reveló la existencia de 50.000 'soldados fantasmas' que no sirven o no existen, pero que son financiados.
Estos factores permitieron al EI avanzar rápidamente en Irak, robar millones de dólares e incautarse de toneladas de material bélico dejado por EE.UU., incluidos lanzagranadas, carros de asalto y vehículos blindados.
El Ejército sirio
Antes del inicio de la operación rusa, el Ejército sirio no estaba teniendo demasiada fortuna en la lucha contra el grupo terrorista. Una de las últimas pérdidas fue, sin duda, la antigua ciudad siria de Palmira, incluida en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco. El Estado Islámico se hizo con el control del lugar en mayo de 2015, y orquestó allí ejecuciones, así como destrucciones de sus joyas arqueológicas.
No obstante, la entrada de Rusia en la lucha antiterrorista en el país árabe cambió esta situación. De hecho, la intervención de la aviación rusa permitió que el Ejército de Siria retomara la iniciativa y recuperara grandes extensiones de territorio en las provincias de Alepo, Latakia, Idlib, Homs y Damasco.
Rebeldes sirios
En mayo de 2015 el Pentágono anunció un programa de entrenamiento de tres años de duración para 15.000 rebeldes sirios en el marco de la lucha contra el Estado Islámico. El plan consistió en que al regresar a sus lugares de origen los opositores fueran capaces de resistir a los terroristas.
Al año siguiente el Departamento de Defensa canceló este plan por considerarlo un fracaso: en seis meses el programa, que había costado 500 millones de dólares, se tradujo en solo cinco rebeldes entrenados, debido a las deserciones y a los ataques por parte de otros rebeldes.
Pese a posteriores intentos sonados de la Casa Blanca por hacer renacer este programa, finalmente EE.UU. apostó por armar y apoyar desde el aire a los rebeldes que ya combaten y que ya habían probado su eficiencia, en vez de entrenar a nuevos. Por esta razón, el Pentágono cesó su apoyo a los rebeldes sirios y se centró en ayudar a los kurdos, pese a las protestas de Turquía.
Las milicias chiitas e Irán
Teherán comenzó a intervenir decididamente en la guerra contra los terroristas respaldando, organizando y armando a las milicias chiitas. En gran parte debido a la ayuda iraní, las milicias chiitas en Irak han obtenido una serie de éxitos en su enfrentamiento con el Estado Islámico.
Las zonas chiitas de Irak proporcionan un refugio seguro contra la violencia que se ha apoderado del resto de Irak y representan una buena base de operaciones para los soldados iraquíes y las milicias chiitas.
Además, fue idea de las autoridades iraníes crear un centro estratégico en Bagdad para intercambiar información y elaborar la táctica de la operación contra el Estado Islámico junto a Rusia y otros socios de Oriente Medio.
¿De dónde obtiene tanto dinero?
El Estado Islámico ya se considera la organización terrorista más rica del mundo. Pero, ¿de dónde consigue el dinero este grupo yihadista?
Tras el asedio de Mosul, la segunda ciudad de Irak, el Estado Islámico se convirtió en la organización terrorista más adinerada del mundo, superando a Al Qaeda. Allí, los insurgentes se apoderaron de enormes cantidades de dinero en efectivo y lingotes de oro de algunos bancos. En total, se hicieron con 500 millones de dinares (unos 429 millones de dólares).
"Con 429 millones de dólares, el Estado Islámico podría reclutar a 60.000 combatientes y pagarles 600 dólares al mes durante un año entero", estimó el bloguero británico Eliot Higgins, más conocido como Brown Moses Higgins en su cuenta de Twitter.
Se estima que en su momento de mayor auge las arcas del grupo contaban con 2.000 millones de dólares, que obtenían de la venta ilegal de crudo, de extorsiones, de la financiación de varios países, así como de la venta de antiguedades, entre otras fuentes.
El petróleo
Las principales ganancias del movimiento extremista llegan de la venta en el mercado negro del petróleo de los pozos que el EI ha capturado en Irak y Siria. El crudo obtenido por el EI se vende en el mercado negro de los países adyacentes.
"Compramos un camión cisterna de 26 a 28 toneladas por 4.200 dólares. Lo vendemos en Jordania por 15.000 dólares. Cada traficante maneja ocho cisternas por semana de media", contó a 'The Guardian' Sami Jalaf, un traficante petrolero y exagente de inteligencia durante el régimen de Sadam Husein.
Según él, por cruzar cada paso fronterizo se paga a los corruptos guardafronteras 650 dólares.
Arabia Saudita y los países del Golfo
El Gobierno iraquí, dominado por chiitas, acusa a Arabia Saudita de apoyar a los yihadistas del Estado Islámico. Arabia Saudita "es responsable de la ayuda financiera y moral que reciben los grupos insurgentes", señaló en 2015 el primer ministro de Irak, Nuri al Maliki.
Para Günter Meyer, director del Centro para la Investigación sobre el Mundo Árabe de la Universidad de Maguncia (Alemania), resulta obvio quién financia a estos radicales.
"La fuente más importante de financiación del Estado Islámico hasta la fecha proviene de los países del golfo Pérsico, sobre todo de Arabia Saudita, pero también de Catar, Kuwait y los Emiratos Árabes Unidos", explicó Meyer, que agregó que su motivación inicial era apoyar la lucha contra el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad.
Extorsión
Según Charles Lister, investigador visitante del Centro Brooking de Doha (Catar), se sospecha que la organización recauda impuestos en las zonas que controla. "La extorsión afecta a pequeñas y grandes compañías, empresas de construcción, y si los rumores son ciertos, incluso a representantes de gobiernos locales", recalcó Lister a Deutsche Welle.
¿Es posible derrotar al Estado Islámico?
El exministro de Defensa de Israel, Ehud Barak, afirmó en una entrevista a RT que el EI "no es fuerte" y que las fuerzas del autodenominado califato podrían ser derrotadas totalmente "en dos días".
"Creo que el Estado Islámico tiene éxito porque no se enfrenta a un esfuerzo coherente y coordinado para destruirlo. Técnicamente, no son fuertes. Son entre 30.000 y 40.000 personas, cuyos vehículos de combate son unas camionetas Toyota equipadas con ametralladoras", opinó Ehud Barak.
De hecho, los últimos éxitos logrados por la Fuerza Aérea rusa y el Ejército sirio demuestran que el grupo terrorista no es invencible, aunque también es verdad que combatirlo no resulta una tarea fácil.
Así, el Estado Islámico tiene dinero, armamento y una ideología arraigada; paga muy bien a sus combatientes; explota los agravios sufridos por la comunidad sunita en Irak y Siria y, según los expertos, está creando una nueva generación de "monstruos adoctrinados y radicalizados" en los territorios que ocupa en Oriente Medio.
Además, según afirma el académico del Departamento de Estudios de Defensa de la universidad londinense King's College, William Park, en un artículo publicado en el diario británico 'The Telegraph', el Estado Islámico no es una organización con cortafuegos, sino más bien la extensión de un radicalismo islámico que se puede encontrar en Al Qaeda, los talibanes, la inteligencia pakistaní, las calles de las ciudades europeas e incluso los Hermanos Musulmanes.