Las capacidades de las pequeñas corbetas rusas asombran en EE.UU.

La fortaleza de los misiles de crucero de gran alcance rusos, lanzados contra los terroristas del Estado Islámico a más de 1.500 kilómetros de distancia, han llamado la atención de los analistas militares estadounidenses sobre las capacidades reales de las pequeñas pero eficaces corbetas rusas.

Aunque es bien sabido que Rusia posee misiles de crucero de largo alcance, el hecho de que los misiles fueran lanzados desde corbetas relativamente pequeñas ha sido una sorpresa, recuerda el analista militar de la revista estadounidense 'The National Interest' Dave Mujamdar.

Mientras que solo uno de los cuatro buques rusos que participaron en la operación tiene un desplazamiento de cerca de 1.900 toneladas (la fragata Daguestán del proyecto 1166.1 Gepard), los tres buques restantes que participaron en la operación eran pequeñas corbetas que desplazan 950 toneladas (Grad Sviyazhsk, Uglich y Veliki Ustyug, del proyecto 2163.1 Buyan).

Con todo, las tres naves están provistas de sistemas lanzamisiles Kalibr-NK con un arsenal de misiles de crucero de gran alcance 3M-14T a bordo.

Rusia también ha demostrado que un país no necesita ser dueño de un crucero o de un destructor lanzamisiles para un buque de guerra formidable. La corbeta clase Buyan-M ofrece una excelente capacidad a bajo costo

Este misil, con una ojiva que pesa unos 450 kilogramos, es supuestamente capaz de alcanzar velocidades de Mach 2,9, aunque los datos concretos son difíciles de conseguir debido a que la información sobre estos misiles está clasificada. Con todo, hay una versión de estos misiles, de características mucho más reducidas, que se ofrece para la exportación.


"Los ocho misiles Kalibr del Buyan-M ofrecen un golpe de largo alcance más potente que las fragatas de la clase Oliver Hazard Perry, ahora retiradas del servicio de la Armada de EE.UU. y, desde luego disponen de mucho más poder de fuego que cualquiera de las versiones de los buques de combate litoral (LCS), actualmente en servicio", afirma Mujamdar en 'The National Interest'.

De hecho, los únicos buques de combate operativos de la superficie de la Marina estadounidense capaces de instalar este tipo de protectiles son los destructores de la clase Arleigh Burke y cruceros clase Ticonderoga, ambos mucho más grandes y mucho más caros, constata el analista.

Según el autor, independientemente de las razones militares para el uso de la Flotilla del Caspio, al disponer en la zona del conflicto sirio buques mucho más potentes, como el crucero lanzamisiles Moskva, Rusia cuenta con una ventaja adicional.

El ataque con misiles de crucero muestra las capacidades formidables de las versiones de misiles de corto alcance que forman parte del sistema Kalibr-NK y que están disponibles para la exportación.

Rusia también ha demostrado que un país no necesita ser dueño de un crucero o de un destructor lanzamisiles para un buque de guerra formidable. La corbeta clase Buyan-M "ofrece una excelente capacidad a bajo costo", señala Mujamdar en 'The National Interest'.