Los bombardeos rusos han reducido de manera considerable el potencial de combate de los yihadistas, su movilidad y capacidad de realizar ofensivas.
"Los combatientes experimentan una grave escasez de armamento, municiones y combustible. Una parte de ellos está desmoralizada y abandona activamente las zonas de combate, dirigiéndose hacia el este y el noreste", afirmó el representante oficial del Ministerio de Defensa de Rusia, Ígor Konashénkov, citado por RIA Novosti.
Actualmente en casi todo el territorio de Siria se registra una "redistribución activa" de armas, equipo militar y vehículos con municiones destinadas a "la restauración de la capacidad de combate de los grupos terroristas del EI" que operan en el terreno, añadió Konashénkov.
Además, informó que las últimas 24 horas las Fuerzas Aéreas rusas han destruido 2 mandos de control del Estado Islámico en Siria, como así también 23 fortificaciones, 29 campos de entrenamiento y un almacén con municiones, entre otros elementos.
"El aumento de la intensidad de las misiones está relacionado con el significativo incremento de los elementos de infraestructura de los terroristas identificados gracias al reconocimiento aéreo", explicó.