De acuerdo con los funcionarios estadounidenses, que comentaron la situación bajo la condición de anonimato, Washington tenía alguna evidencia de que Rusia se planteaba la intención de reforzar su presencia militar en Siria. Así, los aliados de EE.UU. informaron a las autoridades estadounidenses que desde mediados de agosto Rusia supuestamente había comenzado a solicitar "un corredor no solo para los aviones de carga, sino también para "cazas y cazabombarderos".
"Sin embargo, incluso después de que se supiera que Rusia había enviado expertos militares a Siria, los ataques de sus aviones de combate tomaron a EE.UU. por sorpresa", publica 'The Washington Post'.
El operativo antiterrorista de las Fuerzas Aéreas de Rusia "han dañado la frágil estrategia de Estados Unidos" de preparación de las fuerzas que pretendían resistir al EI, señala el artículo.
Antes de la operación de la aviación militar rusa, algunos representantes de la administración del presidente de Estados Unidos instaron a esperar. Pero ahora en la Casa Blanca hay disputas acerca de cómo responder a la situación que se desarrolla en el país árabe, informa 'The Washington Post'.
"El director de la CIA, John Brennan, expresó su decepción por la inacción de EE.UU., en tanto que los rebeldes que fueron entrenados y armados en campamentos secretos en Jordania en los últimos dos años, se enfrentaron con la operación de Rusia", afirma el artículo del periódico, citando a los funcionarios estadounidenses.
"Ahora la inteligencia de EE.UU. se preguntan acerca de la posible magnitud y duración de la campaña militar rusa contra el EI, como así también sobre su impacto en el programa de la CIA de armar y entrenar a los rebeldes", concluye la publicación.