Desde que Rusia emprendió su operativo antiterrorista en Siria el 30 de septiembre, "el ritmo de sus ataque aéreos ha sido impresionante, dejando poco o ningún espacio a los demás", escribe Alastair Crooke en su artículo para 'The Huffington Post'.
"Probablemente, lo que más irrita a Occidente es que Rusia desplegó y empezó una campaña militar sofisticada en un abrir y cerrar de ojos", opina Crooke.
Crooke sostiene que uno de los objetivos principales del operativo de Rusia es preparar el terreno para sus colegas del Ejército sirio, mientras que los soldados rusos "no participarán en las operaciones terrestres".
El exagente de la Inteligencia británica establece un paralelismo entre la campaña rusa y las de la OTAN, resaltando el hecho de que la alianza, con su compleja estructura, es mucho más lenta. "Los iraquíes se han quejado de que, en términos militares, la ayuda prometida por las potencias de la OTAN tarda años en materializarse", recuerda Crooke.
Según él, la iniciativa rusa en Siria podría dar inicio a una alianza militar entre los países de la Organización de Cooperación de Shanghái, uno de cuyos objetivos es impedir los planes de cambio de régimen por la OTAN.