Según datos oficiales, las maras salvadoreñas establecieron un patrón de asesinatos a través del que sus líderes fijan marcas que afectan tanto a los miembros de estos grupos como a los pobladores de las zonas que ocupan, publicó el portal La Página.
"Estamos en un momento en que las pandillas intentan generar una identidad de violencia al interior de las estructuras", afirmó el diputado Rodrigo Ávila, que agregó que esta "evolución de la violencia" llevó a las pandillas a hacer habituales actos de "mutilación", "desmembración", "decapitación", "lapidación", "tortura" y "amordazamiento" a sus víctimas.
En el mismo sentido, el director del Instituto de Medicina Legal, Miguel Fortín Magaña, se refirió a la "evidencia" de un "lujo de barbarie en los homicidios", aunque aclaró que no se sabe con certeza "cuál es el simbolismo" pese a las similitudes que muestran los homicidios cometidos en distintas zonas.
Una de las explicaciones que ensayó Ávila sobre la evolución de las formas criminales de las maras es la de "generar una identidad" para que los pobladores teman sus amenazas y se sometan "sin titubear" a estos grupos, continuó el portal.
Esa identidad, no obstante, no se manifiesta solo hacia el exterior, ya que también influye en sus rituales de iniciación o de ascenso. "Los cabecillas someten a sus miembros a horrendos rituales de iniciación para crear lazos de hermandad en el delito y evitar que sean ellos quienes los delaten", afirmó el diputado. Entre ellos, señaló a las salvajes golpizas o los tatuajes con el nombre de la pandilla.
El legislador Mauricio Vargas también explicó "la mutación" de las pandillas, que, a su juicio, "comenzaron una violencia social, luego una violencia política, llegaron a una violencia criminal y hoy están en una violencia terrorista".
Por último, Ávila vinculó el aumento de la violencia y del número de homicidios con la evolución de las instituciones de seguridad. Por eso, el legislador Vargas advirtió de que el Gobierno debe "afrontar" la situación "con seriedad" sin que importen los "costos políticos".