Los bombardeos destruyeron 19 puestos de mando del Estado Islámico, especificó Konashénkov. "En las últimas 24 horas, como resultado de los ataques fueron destruidos dos bodegas de municiones, una fábrica de municiones y explosivos, 30 posiciones de tiro y grupos de armamento", enumeró el general.
También fueron destruidas nueve estructuras fortificadas, que se encontraban en instalaciones subterráneas en la provincia de Hama, señaló el representante del Ministerio ruso de Defensa.
"En el área de la aldea Kastun, provincia de Idlib, fue destruida una gran base de los grupos armados que contaba con un puesto de mando y una bodega de municiones camuflada. Como resultado del uso de bombas de alto poder explosivo lanzadas por cazas Su-24, sumado a la detonación de las municiones, las instalaciones fueron completamente destruidas", agregó el general.
Además, cerca del pueblo de Hatla, provincia de Deir ez-Zor, la Fuerza Aérea rusa destruyó una mini-planta para la producción de explosivos y misiles.
"Un avión Su-34 lanzó un ataque contra este objetivo, tras el cual la mini-planta fue destruida", confirmó Konashénkov.