"La misión principal es contener las acciones de los terroristas en Siria", señaló Konashénkov en una entrevista concedida a RT.
Desde el pasado 30 de septiembre, los aviones rusos ya han realizado 934 vuelos de combate y destruido 819 objetivos terroristas durante las operaciones en Siria.
Konashénkov hizo hincapié en que los ataques van únicamente dirigidos contra "objetivos que pertenecen a la infraestructura del Estado islámico, y que han sido confirmados de forma fiable". Después de recibir la información sobre los blancos, esta se comprueba por varios canales, incluida la exploración aérea y desde el espacio.
"Los datos que nos llegan desde el centro de información en Bagdad juegan un papel especial", agregó Konashénkov. El portavoz dijo además que la prioridad en la selección de los objetivos es para los centros de mando de los terroristas, los bunkers, y los depósitos de municiones y explosivos.
Sólo la semana pasada fueron destruidos 363 objetivos, incluyendo 71 centros de mando y comunicaciones, 10 fábricas y talleres para la fabricación de explosivos, 30 depósitos de combustible, municiones y equipos y 252 estructuras en las que se ubicaban puntos de apoyo, zonas fortificadas y campamentos terroristas.
"La tarea principal es contener la acción de los grupos terroristas en Siria. Por esta razón los ataques se llevan a cabo de forma simultánea en diferentes partes de Siria", dijo Konashénkov a RT.
El general también se refirió a la coordinación entre la Fuerza Aérea rusa y los militares estadounidenses.
"A día de hoy efectivamente se ha firmado un documento. Se trata de un acuerdo marco sobre la seguridad del tráfico aéreo en el territorio sirio. Además, los colegas estadounidenses nos informaron que ellos darán a conocer [esta información] a todos los países que participan en la llamada coalición que opera en Siria", explicó el vocero ministerial.