Formalmente, la pregunta sobre la autoría y la financiación del Estado Islámico todavía sigue abierta, subraya el portal Vestifinance. Sin embargo, se sabe que ni los países localizados alrededor de la zona ocupada, ni los Estados occidentales involucrados en "la lucha contra el EI" son capaces de contener la financiación de esta red criminal. ¿O es que acaso no quieren? Estos 5 ejemplos recabados por el portal evidencian la hipocresía de algunos miembros de la comunidad internacional en su lucha antiterrorista en Oriente Medio.
1. El apoyo sistemático del Estado Islámico desde el extranjero.
Los medios de comunicación occidentales siguen haciéndose eco del suministro de armas al "Ejército Libre de Siria" y a una "oposición moderada" compuesta de múltiples agrupaciones milicianas reconocidas por la CIA. Mientras, EE.UU., Arabia Saudita, Catar y otros estados del Golfo Pérsico, junto con Turquía, sostienen abiertamente que seguirán apoyando a las fuerzas que luchan contra el presidente sirio Bashar al Assad.
Un informe secreto de la Inteligencia de EE.UU. elaborado en agosto de 2012 para el Pentágono establecía que "Occidente, los países del Gofo Pérsico y Turquía están apoyando a la oposición, principalmente compuesta de musulmanes salafistas, Hermanos Musulmanes y Al Qaeda en Irak (AQI, según siglas en inglés)". La 'filial' iraquí de Al Qaeda se unió a los grupos afiliados del Estado Islámico y se involucró en la guerra contra el Gobierno sirio, considerado por los yihadistas como una fortaleza del régimen hostil chií, explica el portal.
2. Suministro de armas y vehículos.
El cuasi Estado terrorista sigue recibiendo armas, municiones y vehículos necesarios para mantener su macabro régimen terrorista en las áreas ocupadas de Siria e Irak. Según 'Deutsche Wirtschafts Nachrichten', EE.UU. suministró a la 'oposición moderada' del Frente Al Nusra, filial siria de Al Qaeda, decenas de vehículos de la marca japonesa Toyota que, posteriormente, fueron a parar a manos del Estado Islámico. En sus operaciones y ataques los combatientes del Estado Islámico utilizan principalmente camionetas todoterreno Toyota Hillux. Precisamente, hace poco EE.UU. entregó a los rebeldes sirios al menos 43 vehículos de este modelo.
Hasta la fecha se han registrado numerosos "errores" de este tipo cometidos por EE.UU., y no solo en Siria, sino también en Irak, donde se dieron casos de entrega de armas y suministros en las zonas controladas por el Estado Islámico. Después de la liberación del complejo energético de Baiji, soldados iraquíes hallaron evidencias del suministro de armas a los terroristas:
"Mira esos paracaídas, aquí y allá. Son paracaídas norteamericanas a través de los cuales EE.UU. enviaba al Estado Islámico su ayuda, cuando los terroristas estaban aquí en Baiji. Enviaron armas y alimentos. Tómalo todo, para que todos puedan verlo", dice en un video un oficial del Ejército iraquí.
Another 'U.S. supports ISIS' video going viral in #Iraq. Parachutes & supply crates in Baiji refinery. pic.twitter.com/ow5VtuiOhO— Hayder al-Khoei (@Hayder_alKhoei) 8 октября 2015
3. El comercio libre de petróleo.
El petróleo es el oro negro que financia al cuasi califato, ya que les proporciona combustible para sus máquinas de guerra, les permite generar electricidad y les granjea a los yihadistas influencia económica. El grupo terrorista sigue extrayendo, refinando y vendiendo crudo, obteniendo su mayor volumen del territorio de la provincia siria de Deir ez Zor. Según reflejan documentos obtenidos por 'Financial Times', en esta área se producen de media entre 34.000 y 40.000 barriles al día.
El precio de un barril de petróleo vendido por el EI depende de su calidad, situándose el precio del crudo extraído en Siria entre 25 y 40 dólares por barril. En general, según los expertos, el EI obtiene 1,53 millones de dólares diarios por la venta de crudo.
4. La venta de tesoros arqueológicos saqueados.
El saqueo y la destrucción masiva de objetos del patrimonio cultural e histórico nacional de Siria es una constante desde los primeros días de la guerra. Los milicianos del Estado Islámico decidieron dedicarse al pillaje artístico personalmente y monopolizaron el proceso de saqueo para acaparar todos los beneficios. El negocio resultó ser tan lucrativo que los miembros del EI pasaron a otro nivel de negocio, comenzando a vender piezas de gran valor, como vasijas, esculturas, monedas, mosaicos o bisutería a coleccionistas privados a través de traficantes de arte o intermediarios. Las piezas salen de Siria por varias vías: a través de la frontera del Líbano, de Jordania o, mayoritariamente, a través de Turquía. Antigüedades saqueadas por milicianos del EI en lugares de patrimonio cultural de Siria e Irak aparecen para su venta incluso en la página eBay.
5. Donaciones.
"Muchos consideran como su principal donante a una monarquía árabe fabulosamente rica y ambiciosa del Golfo Pérsico: Catar. La reputación de espónsor del EI le persiguió tanto que durante la visita del pasado octubre del emir de Catar,Tamim bin Hamad Al Zani, a Reino Unido, el primer ministro británico, David Cameron, le pidió al jeque que cesara su ayuda a los terroristas", sostiene el columnista Alexander Zotin. No obstante, el profesor arabista de la Escuela Superior de Economía, Andréi Korotaev, sostiene que "a nivel estatal" no existe evidencia de la participación de Catar en la financiación del EI, por lo que -sostiene- la ayuda como espónsor debe provenir de individuos.