Tras el atroz ataque que sufrió el hospital afgano de Kunduz hace un mes y que costó la vida a una treintena de personas, representantes de la organización Médicos Sin Fronteras han pedido a Estados Unidos que permita que la Comisión Internacional Humanitaria, un organismo que emana de las Convenciones de Ginebra, realice un estudio imparcial para "saber que pasó", informa el periódico español 'El Mundo'.
"Necesitamos saber qué pasó y también necesitamos reafirmar la protección que las Convenciones de Ginebra dan a los hospitales, a los pacientes y al personal sanitario. Porque las guerras también tienen reglas: son las reglas que prohíben los ataques contra los civiles y contra quienes intentan aportar asistencia en medio del horror. Está en juego la asistencia médica a millones de personas que viven atrapadas en conflictos en todo el mundo", declaró Joan Tubau, director general de MSF en España, durante un mitin en Madrid.
MSF también ha celebrado mítines en otras ciudades españolas, tales como Barcelona, Valencia, Bilbao y Santiago para rendir homenaje a las víctimas.
El pasado 3 de octubre un ataque aéreo de las Fuerzas Armadas de EE.UU. contra un hospital de Médicos Sin Fronteras costó la vida a 30 personas y dejó heridas a otras 37.