"Resistentes y seguros": la Fuerza Aérea de Siria combate al yihadismo con cazas soviéticos

Mientras los pilotos rusos que luchan contra el terrorismo en Siria cuentan con avanzados aviones de combate, sus homólogos sirios usan anticuadas versiones de cazas, algunos de los cuales se remontan a la década del 60.

El Mikoyán-Gurévich MiG-21 (Fishbed, según la designación de la OTAN) es un caza interceptor supersónico con limitada capacidad de ataque a tierra que fue diseñado por ingenieros soviéticos entre 1955 y 1958. Sin embargo, los pilotos de la Fuerza Aérea de Siria usan con éxito aviones de ese tipo como bombarderos en su lucha contra el Estado Islámico.

El MiG-21 es el avión más producido en la historia de la aviación y ha sido empleado en multitud de conflictos armados, entre ellos los conflictos árabe-israelíes, la guerra de Vietnam, la guerra indo-pakistaní de 1971 y la guerra de Angola. Además, el MiG-21 es uno de los actores del primer combate aéreo en la historia entre aeronaves supersónicas, del cual salió victorioso. Según afirman los pilotos sirios, la aeronave sigue siendo eficaz y altamente confiable.

"Este avión es muy resistente y seguro. Eso es todo lo que necesitamos", comentó uno de los pilotos e indicó que todos ellos hacen tres o cuatro salidas al día.

"Todavía estamos tratando de entender a los yihadistas que tratan de destruir nuestro país y a las potencias occidentales que publican información falsa sobre lo que está pasando aquí", añadió.

Los MiG-21 no son los únicos aviones veteranos usados en Siria. También se utiliza el MiG-23 (designación OTAN: Flogger), un avión de caza con ala de geometría variable, que pertenece a la tercera generación de cazas. Sin embargo, los últimos aviones de este tipo fueron producidos hace al menos 30 años.