"Las declaraciones de algunas personas que parecen ser profesionales militares, como el representante oficial del Comando Central de EE.UU., que dijo que la mayoría de los ataques aéreos rusos van destinados a la oposición siria moderada, no cambian pase lo que pase", ha declarado Konashénkov.
"Y lo hacen, como siempre, sin pruebas, sin ningún tipo de hecho concreto y haciendo referencia a fuentes anónimas", ha agregado.
Según el general, al empezar la operación a gran escala contra la infraestructura terrorista en toda Siria, Moscú estaba preparada para la "siguiente porción" de mentiras en los medios occidentales en esta ocasión basadas en los datos de los "observatorios falsos de los derechos humanos y otras oficinas propagandísticas", cita RIA Novosti.
Mientras tanto, ha señalado Konashénkov, "después de los trágicos acontecimientos de París, sobre [la península egipcia del] Sinaí y Mali podrían tener más cuidado con sus declaraciones".
Según el general, cuanto más precisos son los ataques de la aviación rusa, "más insisten nuestros socios tratando de convencer al público extranjero de que no todos los terroristas deben ser malos".
Después de los trágicos acontecimientos de París, el Sinaí y Mali podrían tener más cuidado con sus declaraciones
"Tal vez todo se refracta así por el océano, pero en la vida real, el terrorismo, como sabemos, no tiene grados comparativos o nacionalidad", ha asegurado el representante del Ministerio de Defensa para concluir que el terrorismo "es un mal absoluto que debe ser combatido en todas sus manifestaciones".
Dos días, casi 500 objetos bombardeados
Este lunes Konashénkov ha señalado que la Fuerza Aérea de Rusia ha atacado en solo dos días 472 objetivos terroristas en las provincias de Alepo, Damasco, Idlib, Latakia, Hama, Homs, Raqa y Deir ez Zor.
Entre los blancos de la aviación rusa se encuentran un almacén de petróleo, una refinería (a 50 kilómetros al sur de la localidad de Raqa) y columnas de camiones cisterna pertenecientes al Estado Islámico.
El ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, había afirmado que los ataques aéreos rusos en los territorios sirios han provocado que el grupo terrorista Estado Islámico pierda 60 toneladas de petróleo y 1,5 millones de dólares al día.
El 30 de septiembre el Senado ruso aprobó la entrada en acción de sus Fuerzas Aéreas en Siria. Las autoridades del país tomaron esta decisión después de que el presidente sirio, Bashar al Assad, solicitara a Moscú ayuda militar para luchar contra los terroristas. Este mismo día, tras coordinarse con las autoridades sirias, los aviones rusos lanzaron ataques aéreos contra las posiciones del EI.