"El avión militar ruso Su-24 regresaba a la base aérea de Jmeimim cuando fue derribado por un caza turco F-16 en el territorio de Siria", ha señalado el Ministerio de Defensa, que ha agregado que "el análisis de los datos de vuelo registrados han mostrado claramente que no ha habido una violación del espacio aéreo turco", según ha publicado RIA Novosti.
Este martes varios medios informaron citando a la televisión turca que un avión militar no identificado se había estrellado en Siria cerca de la frontera con Turquía. Más tarde, el Ministerio de Defensa ruso comunicó que se trataba de un bombardero táctico Su-24 perteneciente a la Fuerza Aérea rusa.
Según el Ministerio citado por la agencia de información RIA Novosti, el avión siniestrado, un SU-24, volaba exclusivamente sobre el territorio de Siria y no violó la frontera con Turquía, tal como señalan medios objetivos de control. Los dos pilotos de la nave han logrado eyectarse del aparato.
De momento, tras varios informes sobre el éxito de los ataques rusos contra posiciones e instalaciones terroristas en Siria, esta es la única baja de la Fuerza Aeroespacial rusa en su operativo antiterrorista contra Estado Islámico.
"Puñalada por la espalda"
Por su parte, el presidente ruso, Vladímir Putin, criticó duramente la actitud de Turquía, que optó por dialogar con la OTAN en lugar de ponerse en contacto de inmediato con la parte rusa, algo que podría suponer una ruptura de los lazos amistosos entre los dos países.
Putin explicó que el avión ruso ha sido atacado en Siria, a un kilómetro de la frontera con Turquía, pero cayó a cuatro kilómetros de la frontera y dentro del territorio sirio.
"La pérdida de hoy [del avión] es como si los cómplices del terrorismo nos hubieran apuñalado por la espalda. Lo que ha sucedido hoy no puede calificarse de otra manera", declaró el mandatario ruso.
El presidente también señaló que Rusia "no va a tolerar crímenes como el ocurrido hoy".