El bombardero táctico ruso Su-24M derribado este martes mientras realizaba una misión sobre el territorio sirio cerca de la frontera con Turquía fue atacado por un avión de combate de la Fuerza Aérea turca.
De acuerdo con la versión oficial que presentó Turquía, un avión de combate F-16 turco derribó una aeronave "no identificada" después de que esta violara el espacio aéreo turco en el sur del país. Para respaldar su afirmación, Ankara dio a conocer un mapa de vuelos del lugar del incidente.
#BREAKING Pentagon spox confirms Turkey warned Russian pilots repeatedly before shootdown, pilots did not respond pic.twitter.com/DiKUWmdPWn— CNN Türk ENG (@CNNTURK_ENG) 24 ноября 2015
Las autoridades turcas afirmaron que advirtieron hasta 10 veces al piloto de la aeronave cinco minutos antes de que el F-16 lo atacara con misiles aire-aire. Ankara anunció que el avión ruso permaneció 17 segundos en el espacio aéreo turco antes de ser derribado.
Turkey's statement: Claims Russia violated airspace for just "17 seconds" with very slow 243 miles/hour jet. pic.twitter.com/knhdy0RWIA— WikiLeaks (@wikileaks) 24 ноября 2015
Los datos de control objetivos dados a conocer por el Ministerio de Defensa ruso, por su parte, muestran que el bombardero ruso Su-24 no entró en el espacio aéreo turco sino que, al contrario, fue derribado sobre territorio sirio a cuatro kilómetros de la frontera con Turquía. Según la información de la Defensa rusa fue el F-16 turco el avión que entró en el espacio aéreo sirio para derribar el bombardero ruso.
En el video se puede ver la trayectoria del avión militar ruso sobre el territorio de Siria (en rojo): el Su-24 despegó de la base aérea de Jmeimim, realizó una maniobra y voló a una distancia de un kilómetro de la frontera con Turquía. Cuando el bombardero ruso se alejó de la frontera, el caza turco F-16 (trayectoria en azul) lo alcanzó en el espacio aéreo de Siria y lo derribó con un misil. Después el F-16 dio la vuelta y volvió al territorio turco.
En cuanto al conjunto de datos presentados por Rusia y Turquía, parece muy poco probable que el Su-24 (incluso si entró brevemente en el espacio aéreo turco) recibiera diez advertencias, puesto que la zona fronteriza donde tuvo lugar el incidente es de solo 2,5 kilómetros de ancho.
Con una velocidad máxima de 1.600 kilómetros por hora, el Su-24 ruso habría cubierto esa distancia en unos seis segundos. Además, teniendo en cuenta que la aeronave estaba a una altitud de 6.000 metros, el caza turco habría necesitado mucho más tiempo para prepararse para el derribo.
"Considero que el incidente es una provocación de las fuerzas especiales de la OTAN. Todos los miembros de la coalición estuvieron involucrados en él. Y [la OTAN], preocupada por el éxito de la Fuerza Aérea de Rusia en Siria, está tratando de desacreditar a nuestra aviación", dijo al canal ruso REN TV el primer vicepresidente del Comité del Consejo de Seguridad ruso, Franz Klintsévich.
Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, defendió las acciones de Turquía tras una reunión de emergencia celebrada el martes. "Somos solidarios con Turquía y apoyamos la integridad territorial de nuestro aliado de la OTAN ", dijo Stoltenberg, que tuvo suficiente cuidado para no especificar "demasiados detalles" sobre el incidente.
Después de la reunión, las fuentes presentes en el encuentro dijeron a RIA Novosti que Ankara no proporcionó pruebas de que el avión ruso violara su espacio aéreo. "Varios representantes de países miembros de la Alianza reaccionaron con mucha cautela a las protestas de Turquía", dijo la fuente, agregando que varios de los participantes creen que el Su-24 fue derribado en el espacio aéreo sirio.
La fuente también añadió que, contrariamente a las afirmaciones de Ankara, la Fuerza Aérea turca advirtió a los pilotos rusos solo dos veces. "Las grabaciones de las conversaciones [de los pilotos de la Fuerza Aérea turca] aportadas por el representante de Turquía son difícilmente descifrables", añadió.
El representante permanente de Rusia ante la OTAN, Alexánder Grushkó, afirmó comentando los resultados del consejo que Ankara, apoyándose en motivos de solidaridad, forzó a la Alianza Atlántica a justificar unas acciones ilegales que no solo socavan los esfuerzos comunes en la lucha contra el EI, sino que también crean riesgos para la seguridad de los países aliados de Turquía.
El exsubjefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea de EE.UU., el teniente general Tom McInerney, dijo a Fox News que "el avión [Su-24] no estaba realizando maniobras para atacar el territorio [turco]". "Probablemente estaba volando al límite, eso es cierto. Pero no había que derribarlo solo por eso". Según el exmilitar norteamericano atacar al avión ruso fue un "error muy grave que demostró una falta de juicio" por parte de Turquía.