Un caza F-16 turco derribó el Su-24 ruso en respuesta a la destrucción de cientos de camiones cisterna que transportaban crudo a Turquía desde las zonas controladas por el Estado Islámico en Siria. Todo ese crudo lo compra y lo revende una empresa que pertenece a un hijo del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, señaló el ministro de Información sirio, Omran al Zoubi, en una entrevista concedida a la agencia RIA Novosti.
"Todo el crudo suministrado por esa empresa es propiedad del hijo de Recep Tayyip Erdogan. Por ello Turquía empezó a ponerse nerviosa cuando Rusia inició sus ataques a la infraestructura del EI y destruyó más de 500 camiones cargados de petróleo. Eso irritó a Erdogan [hijo] y su empresa. Además, no venden solo petróleo, sino también trigo y antigüedades de valor histórico", explicó el ministro.
En referencia a las explicaciones de Ankara sobre que el avión ruso fue derribado por haber violado el espacio aéreo turco, Al Zoubi dijo: "El propio hecho de un ataque sin previo aviso contra un avión que se encontraba en el espacio aéreo sirio, según contó el copiloto superviviente, confirma una vez más que Turquía está mintiendo. Al principio alegó haber enviado 10 advertencias, pero a continuación informó de que el avión [ruso] se encontró sobre el territorio de Turquía 17 segundos. Es técnicamente imposible enviar 10 advertencias en 17 segundos".