"Turquía lo hizo, derribó el avión militar ruso porque sigue patrocinando a aquellos terroristas, y también porque la Fuerzas Aeroespaciales rusas en el transcurso de cinco días destruyeron más de mil tanques de petróleo de contrabando transportado de Siria a Turquía", ha explicado Al Muallem.
"El ataque de la aviación turca contra el avión ruso Su-24 es un acto de agresión y un desafío para la soberanía de Siria", según informa el Ministerio de Asuntos Exteriores sirio.
Al Muallem también ha declarado que las acusaciones de que Siria compra petróleo del Estado islámico son falsas.
"No es la primera vez que el señor [secretario de Estado norteamericano John] Kerry expresa acusaciones de esto tipo contra Siria sin ninguna prueba. Hace diez días el Ministerio sirio del Petróleo desmintió toda la información vinculada con presuntas operaciones con los terroristas", ha recordado el ministro de Exteriores sirio.
"Los terroristas trafican en direcciones diferentes y Ankara no se esfuerza en cooperar para evitar esta cuestión", insistió Lavrov.
"Lo inadecuado de la posición de Erdogan en cuanto al derribo del Su-24 debería ser obvio para todos", añadió el canciller ruso.
Además, el ministro de Información sirio ha anunciado que detrás del derribo del bombardero ruso Su-24 por un caza turco están los intereses del hijo del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, propietario de una empresa que revende el petróleo del Estado Islámico.
En el marco de la reunión con el presidente galo Vladímir Putin indicó que en los barriles de petróleo comprados al Estado Islámico, que se dirigen a Turquía, no solo hay crudo, sino sangre de los ciudadanos rusos. Hollande, a su vez, expresó que "los que compran petróleo al EI les dan (los terroristas) dinero incontrolado" y llamó a "atacar a estos convoyes de camiones y a estas refinerías, que son la principal fuente de ingresos" de los terroristas.