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Luces, cámara, acción y corten: revelan el mecanismo de propaganda del Estado Islámico

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Los corresponsales del periódico 'The Washington Post' por primera vez han revelado la realidad que se esconde tras la máquina propagandística del Estado islámico, en particular, detrás de las cámaras que graban los escalofriantes videos que se han convertido en la marca del grupo yihadista.
Luces, cámara, acción y corten: revelan el mecanismo de propaganda del Estado Islámico

Según informa el diario, los periodistas Greg Miller y Souad Mekhennet han realizado una serie de entrevistas con los combatientes "arrepentidos" del Estado Islámico que actualmente se encuentran tras las rejas en Marruecos para montar un panorama claro de este elemento clave de la estrategia militar de la organización terrorista: la propaganda. 

De acuerdo con los entrevistados, el núcleo del departamento de información del Estado islámico está integrado por cientos de camarógrafos, productores y editores que forman una clase profesional privilegiada con estatus, salarios y un nivel de vida tan alto que es motivo de envidia por parte de los combatientes ordinarios. Sus superiores llevan el título nobiliario de "emir" y están involucrados directamente en las decisiones sobre la estrategia y el territorio.

Cámaras, computadoras y otros equipos de video, por su parte, llegan al territorio controlado por los terroristas a través de los envíos regulares de Turquía y se entregan a una división de medios dominados por extranjeros, incluyendo al menos un estadounidense, de acuerdo con los entrevistados, cuyas habilidades de producción a menudo se derivan de los trabajos anteriores que tenían en los canales de noticias o empresas de tecnología.

Así, uno de los expropagandistas del Estado Islámico, Abu Abdullah, ha contado a 'The Washington Post' cómo fue organizada y filmada una de las muchas ejecuciones que trajo tanta popularidad al grupo terrorista. De acuerdo con el yihadista, el verdugo estaba leyendo su texto desde carteles en árabe y en varias ocasiones levantaba y bajaba su espada para que el camarógrafo pudiera filmar desde varios ángulos. La víctima fue decapitada solo cuando el director de cine dio la orden.

Crueldad y cinismo sin límites

Otro islamista entrevistado por el diario, el excamarógrafo Abu Hajer, que ahora está en una cárcel en Marruecos, ha señalado a los periodistas que los famosos videos de decapitaciones protagonizados por el 'yihadista John', incluyendo a los estadounidenses James Foley y Steve Sotloff, tenían un extraordinario nivel de coreografía, sus escenas habían sido minuciosamente ensayadas y rodadas en varias tomas durante muchas horas.

Hajer ha destacado que los propagandistas del Estado Islámico siempre prestaban mucha atención profesional a la iluminación, sonido y posicionamiento de la cámara. Algunos videos, entre ellos uno que muestra la decapitación del estadounidense Peter Kassig, hasta parece tener efectos especiales de 'software' para ponerle digitalmente imágenes de Kassig y su asesino como telón de fondo dramático.

El excamarógrafo ha confesado que no estaba en contra de las masacres, porque creía que las personas ejecutadas merecían este castigo, y aunque le molestaban algunos detalles, nunca podía negarse a grabar ese proceso para no seguir el camino de aquellos a quienes filmaba. "Usted no quiere hacerlo, pero usted sabe que no se puede decir 'no'', señaló.

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