Los combatientes de este grupo terrorista utilizan armas robadas de las reservas militares iraquíes, que fueron fabricadas en más de dos decenas de países. Pero el EI también ha conseguido acceso a armas a través de otras fuentes, sobre todo la captura o la venta del arsenal militar sirio y las armas suministradas a grupos armados de la oposición en Siria por países como Turquía, Estados del golfo Pérsico y EE.UU., denuncia el informe.
Al tomar Mosul, la segunda ciudad más importante de Irak, en junio del 2014, los combatientes del Estado Islámico se hicieron inesperadamente con armamento de origen internacional del arsenal iraquí, entre ellas armas y vehículos militares estadounidenses, que utilizaron para controlar otras zonas del país, con devastadoras consecuencias para la población civil.
"Terrible campaña de abusos"
La amplia cantidad y variedad del arsenal tomado y adquirido ilegalmente ha permitido que el EI lleve a cabo una "terrible campaña de abusos". Entre las armas avanzadas con que cuenta la organización extremista están sistemas portátiles de defensa antiaérea, misiles guiados antitanque y vehículos blindados de combate, así como rifles de asalto, señala AI.
Según Amnistía Internacional, uno de los motivos que originó la aparición del Estado Islámico fue la invasión de Irak por EE.UU. en el 2003, cuando la coalición liderada por Washington disolvió el Ejército iraquí. A pesar de esto, EE.UU. inundó con armas a la nación árabe, pero estos suministros nunca fueron controlados y cientos de miles de armas fueron desapareciendo.
Incluso en la actualidad la transferencia de armamento estadounidense no se ha detenido, y de acuerdo con el informe, solo en el 2014 la nación norteamericana entregó armas al Gobierno iraquí por valor de 500 millones de dólares. Además, en años anteriores el flujo de armas a Irak también se financió con trueques de petróleo, contratos del Pentágono y donaciones de la OTAN, y la mayor parte de estas armas han sido tomadas por el Estado Islámico.