¿Quiere seguir siendo anónimo en la Red? Descubra Vuvuzela, una alternativa a Tor
La palabra 'vuvuzela', que se hizo famosa durante el Mundial de Sudáfrica 2010, adquiere ahora otro significado: es el nombre que cuatro ingenieros del MIT han dado a su último producto, una alternativa a Tor que funciona llenando de ruido la Red para ser anónimo en Internet. Las innovaciones en este campo atraen mucha atención, especialmente por las iniciativas de algunos Gobiernos para prohibir la conexión anónima con el pretexto de la lucha antiterrorista.
Los especialistas del MIT desacreditaron Tor hace algunos meses fracturando el código del programa que usan diariamente acerca de 2,5 millones de personas.
El principio del funcionamiento de Tor es la creación de una conexión por un enrutado muy complejo que no permite rastrear al usuario. La 'darknet' o 'deep web', que permanecen cerradas a la conexión normal a través de Internet, abren sus puertas a los usuarios anónimos de Tor. Aunque ya existen alternativas a este programa, como I2P y Hornet, Vuvuzela funciona de una manera distinta: llena la red de ruido y utiliza una gran cantidad de tráfico basura y menos encriptación. Esos datos sin valor dan la posibilidad de ocultar la conexión real.
Un usuario hipotético envía un mensaje a través de Vuvuzela. El mensaje empieza su ruta por varios servidores interconectados que envían ruido a otros usuarios. Al encontrar un mensaje en su buzón, el destinatario recorre otra vez la misma ruta, generando de nuevo tráfico basura, hasta que llega a su mensaje. Todo este tráfico carente de información obstaculiza la misión de seguir las conexiones de usuarios.
Lo que puede irritar a los usuarios es que la conexión de Vuvuzela es relativamente lenta precisamente por la complejidad de la conexión. En su primera prueba, Vuvuzela tuvo una latencia de 44 segundos. No obstante, los creadores creen que con un número razonable de usuarios la latencia será aceptable para los servicios de correo electrónico y mensajería.
Y aunque voces como la de, por ejemplo, Peter Sunde, uno de los fundadores de The Pirate Bay, creen que la batalla por un Internet abierto está perdida, con Vuvuzela surge en cierto grado otra posibilidad de permanecer en la Red de una manera anónima. Así que la lucha para encontrar un equilibrio entre privacidad y seguridad sigue su avance.