"Los países latinoamericanos se muestran muy activos, a pesar de la presión ejercida por los países que previamente ocupaban los correspondentes segmentos en nuestro mercado", sostiene Schetinin en una entrevista concedida a RIA Novosti.
Según el diplomático, Rusia está dispuesta a cooperar en los segmentos no ocupados por los productores nacionales, principalmente en lo que se refiere a carnes y frutos menores.
"Pese a los problemas derivados de la situación económica actual, Rusia y nuestros socios latinoamericanos estamos encontrando formas que permiten avanzar en proyectos de cooperación tecnológica e inversora", asegura.
Según Schetinin, el desarrollo de las relaciones con Rusia es beneficioso para América Latina, al margen de la alineación de las fuerzas políticas en uno u otro país.
La guerra de sanciones entre Rusia y Occidente estalló por el conflicto en Ucrania. A finales de julio de 2014, la Unión Europea y Estados Unidos ampliaron las sanciones, impuestas a ciertos individuos y compañías, a sectores enteros de la economía rusa.
Moscú respondió limitando las importaciones de víveres desde los países que habían adoptado sanciones antirrusas.