Rusia bota las primeras corbetas sigilosas del proyecto Karakurt en lo que promete ser una serie muy numerosa de buques de guerra tras el éxito de esta clase de nave y sus armas en la operación contra el Estado Islámico.
Pequeñas y letales como las arañas conocidas como 'viudas negras', cuyo nombre llevará el proyecto, estas nuevas corbetas rusas también portarán misiles de crucero del sistema Kalibr-N que han mostrado su alcance y precisión contra los objetivos terroristas en Siria lanzadas desde el mar Caspio a través del territorio de Irán.
La naviera rusa Pella, de San Petersburgo, comenzó la construcción de dos corbetas sigilosas del avanzado proyecto 22800 Karakurt el pasado 24 de diciembre, informa RIA Novosti.
Las naves, llamadas Uragán y Taifún, engrosarán la Armada rusa en 2017 y 2018, respectivamente, pero la construcción de corbetas de este proyecto proseguirá en otros astilleros rusos y para todas las flotas del país. Se informa de que las corbetas portamisiles Karakurt del proyecto 22800 tendrán un desplazamiento de unas 800 toneladas y una velocidad superior a 30 nudos. Además, su diseño y casco se fabricarán de acuerdo con la tecnología 'stealth' de reducción de 'detectabilidad'.
Las naves serán capaces de operar en las zonas marítimas alejadas a unas 3.000 millas de sus bases. Según el comandante de la Marina de Guerra rusa, Víktor Chirkov, las corbetas del proyecto 22800 armadas con misiles de crucero reemplazarán a fragatas del proyecto 11356, de desplazamiento muy superior pero también armadas con sistemas lanzamisiles Kalibr-N.