En el curso de una operación en Siria marcada por la muerte del principal responsable financiero del EI, Abu Sayaf, las Fuerzas de Operaciones Especiales de EE.UU. se hicieron con documentos que arrojan luz sobre cómo la organización terrorista ha desarrollado una burocracia compleja que le permite manejar flujos de ingresos derivados del saqueo del petróleo y de las antigüedades robadas, controlando al mismo tiempo a la población.
"Esto realmente saca todo a relucir. El nivel de burocratización, organización, ministerios y comités", afirmó Brett McGurk, presidente de la misión especial de Barack Obama para la coalición contra el EI, a Reuters.
Según estos documentos, a los que ha tenido acceso Reuters, el EI considera las antigüedades y el patrimonio cultural e histórico como 'recursos naturales' como el gas o el petróleo, y cuenta con un 'diwan', o sea una entidad administrativa que equivale a un ministerio, para manejar estos recursos. Otro 'diwan', por ejemplo, gestiona los 'botines de guerra', entre los cuales el EI contempla a los esclavos y las esclavas sexuales.
Al crear departamentos para gestionar 'botines de guerra', el EI ha desarrollado una burocracia jerárquica y los códigos legales para administrar la explotación del gas y petróleo, entre otros recursos tales como el tráfico de personas, o sea, esclavos. Los documentos ponen de relieve las rivalidades burocráticas entre los 'funcionarios' del EI.
"El Estado Islámico dedica más esfuerzos que cualquier otro grupo yihadista para crear una imagen de Estado y de Califato. Asimismo, una organización formal, además de ser práctica cuando controlas tanto territorio contiguo y ciudades grandes, también refuerza la imagen de Estado", sostiene Aymen al Tamimi, experto en la estructura del EI del centro de análisis Middle East Forum.