Los talibanes afganos y los yihadistas del Estado Islámico que actúan en Afganistán han empezado a competir entre sí para ganar más influencia en tres provincias de la zona, informa el representante especial del secretario general de la ONU en Afganistán, Nicholas Haysom, en una entrevista con la agencia RIA Novosti.
El Estado Islámico ha ampliado su poder en el este y el oeste del país, en las regiones donde es popular la ideología del salafismo, un movimiento suní fundamentalista. En consecuencia, "se ha creado un conflicto" entre los combatientes del Estado Islámico y los talibanes afganos que operaban en la región.
"En los últimos dos meses lo hemos registrado en la ciudad de Herat, en las provincias de Zabul y Nangarhar. La rivalidad más intensa se ha registrado en Nangarhar", afirmó Haysom y añadió: "Aunque por ahora la amenaza es limitada, en el futuro puede crecer".
Asimismo, Haysom añadió que la ideología de los dos grupos es distinta. Mientras unos, guiados por el nacionalismo, quieren establecer un califato en Afganistán, otros tienen un objetivo yihadista internacional y son fieles al líder Abu Bakr al Baghdadi.