Erdogan da marcha atrás a casi un siglo de progreso y arrastra el país hacia la oscuridad
Por muy "reprensible y terriblemente estúpido" que sea el comentario del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, sobre la Alemania de Hitler como ejemplo de un sistema presidencial eficaz, en la práctica "explica mucho", escribe el periodista Bryan MacDonald en su artículo titulado "Propósito de Erdogan para 2016: Parecerse más a Hitler".
"Erdogan da marcha atrás a casi un siglo de progreso y arrastra el país hacia la oscuridad", denuncia el autor, añadiendo que el líder turco defiende "el nacionalismo revanchista" y pretende "restaurar los símbolos otomanos olvidados".
Asimismo, "convencido del apoyo desde Washington, que cree que necesita a Turquía en la OTAN, Erdogan sabe que básicamente puede hacer y decir lo que le parezca", señala MacDonald. "Mientras el tío Sam se niegue a censurar a Turquía, se puede esperar que el comportamiento indignante de Erdogan continúe", agrega el periodista añadiendo que el ejemplo de los "dictadores saudíes" ha enseñado a Erdogan que "EE.UU. solo objeta cuando sus propios intereses están amenazados".
Un ejemplo de cómo "el amor de Erdogan a Hitler se manifiesta en su política" es el tratamiento de los kurdos. En junio del año pasado, cuando el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) pro-kurdo no permitió a su Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) asegurar la mayoría en el Parlamento, Erdogan "ignoró los resultados y llamó a unas segundas elecciones en noviembre, en medio de alegaciones de fraude electoral generalizado".
En otoño, comenzó la respuesta militar, cuando las fuerzas gubernamentales sitiaron Cizre, denuncia MacDonald. "Matando a kurdos, sigue los pasos de su héroe", cita el autor al escritor Taker Fatah.
Asimismo, el periodista señala que son los mismos kurdos que están combatiendo al Estado Islámico, "una organización de la cual Erdogan no parece preocuparse demasiado, y a la que incluso puede estar ayudando en secreto".
"La mayoría de la gente empieza el año nuevo con unos propósitos. Erdogan parece estar determinado a parecerse más a Hitler en 2016", concluye el autor.