El pasado sábado se desencadenaron las tensiones entre Irán y Arabia Saudita, , después de que Riad ordenara la ejecución del prominente clérigo chiita saudita Nimr Baqir al Nimr. Les presentamos varias razones que avivan las desavenencias entre ambos países, según el portal informativo Meduza.
¿Quién era Nimr Baqir al Nimr?
Nimr Baqir al Nimr era un destacado líder espiritual de la minoría chiita en Arabia Saudita que contaba con gran apoyo popular y mantenía una postura opositora frente al Gobierno saudita. Su ejecución se llevó a cabo pese a las numerosas peticiones de Irán para que se anulara.
Tras la ejecución, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, describió a Nimr al Nimr como un "mártir" pacífico y advirtió a Arabia Saudita de que se enfrentará a "la venganza divina".
La cuestión religiosa
Una de las principales desavenencias entre ambos países consiste en que sus habitantes profesan diferentes ramas del islam: el chiismo y el sunismo.
Dos de los lugares más sagrados para los musulmanes, La Meca y Medina, se encuentran en Arabia Saudita, lo que le proporciona gran importancia en el amplio campo de los países sunitas. Irán, por su parte, cuenta una población predominantemente chiita.
Petróleo
Las economías de ambas naciones tienen una gran dependencia de los hidrocarburos, siendo Arabia Saudita el principal productor y exportador a nivel mundial de estos productos. Las diferencias de Riad y Teherán en este campo surgen en torno al precio al que deben venderse y a su volumen de producción.
Arabia Saudita, al tener una población inferior a la de Irán, y también relativamente más rica, se ve dispuesta a tolerar precios más bajos a corto plazo, mientras que Irán necesita dinero para dar impulso a su economía tras años de sanciones.
Conflictos en la región
Los dos países respaldan a partes opuestas en los conflictos en Oriente Medio. En Siria, el Gobierno iraní presta su apoyo a Bashar al Assad, mientras que Arabia Saudita busca su destitución. En Yemen, Teherán está a favor de los rebeldes hutíes, chiitas, concentrados en el suroeste del país. Arabia Saudita, por su parte, presta su apoyo a los partidarios del presidente Abd Rabdo Mansur Hadi, que abandonó el país tras la caída de la capital. El país árabe encabeza la coalición que desde hace varios meses realiza ataques aéreos a gran escala contra las posiciones de los rebeldes.
El mejor amigo y el peor enemigo de EE.UU. en el mundo musulmán
Una de las razones del conflicto se explica por el hecho de que de entre todos los países musulmanes Arabia Saudita es el principal aliado de Estados Unidos e Irán, su principal enemigo.
Los estadounidenses tienen desde hace tiempo bases militares en Arabia Saudita, y hasta el año 2003 una de ellas fue un gran centro de mando para su Fuerza Aérea en Oriente Medio. Además, Arabia Saudita forma parte de la coalición internacional creada por Estados Unidos para combatir al Estado Islámico.
Irán en cambio ni siquiera tiene relaciones diplomáticas con EE.UU., que quedaron rotas en 1980 después de la toma de la embajada estadounidense en Teherán.