Un alto funcionario del Partido del Trabajo de Corea por primera vez ha manifestado cómo percibe Pionyang el uso reanudado de los altavoces instalados en la frontera por Corea del Sur para emitir propaganda. Ante una concentración popular el responsable de Propaganda, citado por Reuters, dijo: "Envidiosos por el éxito de la prueba de nuestra bomba de hidrógeno, Estados Unidos y sus seguidores intentan poner la situación al borde de una guerra, diciendo que han reanudado las emisiones psicológicas y desplegando bombarderos estratégicos".
Envidiosos por el éxito de la prueba de nuestra bomba de hidrógeno, EE.UU. y sus seguidores intentan poner la situación al borde de una guerra
Pese a contener una advertencia sobre los riesgos de un conflicto, la actitud de Pionyang parece moderada y sintoniza con la "falta de provocaciones" en la zona fronteriza por parte del Norte, algo que destaca la prensa surcoreana. A su vez, Seúl desplegó misiles antitanque y obuses autopropulsados en la frontera, además de volver a activar los altavoces con propaganda.
El ensayo nuclear realizado por Corea del Norte el 6 de enero figura en la agenda de todas las reuniones intergubernamentales entre China y Corea del Sur, Corea del Sur y Japón, Japón y EE.UU., etc., programadas para las próximas semanas.
La potente explosión artificial subterránea, que provoco un terremoto de magnitud 5,1, fue condenada por la ONU y los Gobiernos de todos los países vecinos, incluida Rusia. "Si se confirma que Corea del Norte probó una bomba de hidrógeno estaremos ante una violación grave del derecho internacional", señaló en un comentario oficial la portavoz de la cancillería rusa, María Zajárova.