Según esta publicación, Pekín está preocupado por el creciente número de militantes de origen chino que entran en las filas del Estado Islámico, sobre todo de la provincia de Xinjiang, al oeste de China. En el pasado, algunos uigures —un grupo étnico musulmán— de esa región se unieron a diferentes grupos terroristas islamistas, entre ellos a Al Qaeda.
"La cuestión es ¿de qué lado estarán?" los chinos, se pregunta el militar estadounidense entrevistado por 'The Washington Times'. El diario estima que es más probable que China se una al operativo antiterrorista que Rusia lleva a cabo en Siria y no entre en una coalición internacional contra el EI liderada por Estados Unidos.
La política tradicional y los problemas con los extremistas
Sin embargo, varios expertos rusos coinciden en que es poco probabale que Pekín envíe tropas a Siria. "China no participará en la operación militar, estoy seguro de ello. Tradicionalmente, su política es no entrar en donde se cruzan grandes intereses", ha señalado el sinólogo independiente Bronislav Vinogrodski al portal Riafan.
Yuri Pochta, analista político, comparte esta opinión y asegura que los chinos siempre han tratado de distanciarse de los conflictos ajenos, aunque "ahora se están apartando de esa política", como confirma los roces que tiene con casi todos sus vecinos por la soberanía de algunos territorios en el mar de la China Meridional.
A pesar de que ejecutar operaciones militares en otras regiones se contradice con la política china, desde el principio Pekín se ha mostrado en contra del extremismo islámico y tiene sus propios conflictos en la región de los uigures, recuerda Pochta.
"China vive estos problemas, por eso realiza declaraciones y ofrece su apoyo a la comunidad mundial en la lucha contra los yihadistas. Esa postura también es una muestra directa de su apoyo a las acciones de Rusia en Siria", concluye este analista.