Zona Schengen, ¿el comienzo del fin?
El acuerdo de Schengen es un tratado intergubernamental entre 26 países, no solo miembros de la Unión Europea. En 1985, inicialmente cinco Estados suscribieron este pacto para suspender los controles internos entre sí, de manera que sus ciudadanos pudiesen viajar libremente sin tener que mostrar el pasaporte y ni los controles aduaneros.
Cuando un extranjero entra en la zona Schengen a través de un primer país miembro, también tiene abierta el resto de la zona. Sin embargo, "ahora Schengen se enfrenta a la crisis más grave desde su existencia. La introducción de controles en las fronteras interiores puede, incluso, conducir a su destrucción, debido a que la libertad de movimientos solo se mantendría en el papel", ha declarado el representante del Instituto de Europa de la Academia de Ciencias de Rusia, Serguéi Fiódorov, y ha publicado 'Vedomosti'.
Grieta en la estructura de la UE
Este sábado, Austria ha anunciado que comenzará a controlar sus fronteras y controlar y expulsar a los inmigrantes que no tengan derecho de asilo, según ha indicado el ministro asutriaco de Exteriores, Werner Faymann, quien ha sentenciado que su país "suspende temporalmente" el acuerdo Schengen. Noruega, Suecia y Dinamarca ya restablecieron de manera temporal los controles en sus fronteras, con el objetivo de limitar la llegada de refugiados.
Víktor Serguéyev, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Relaciones Exteriores de Rusia (MGIMO, por sus siglas en ruso) dijo a RIA Novosti que los controles fronterizos en el espacio Schengen pueden causar "una grieta en la estructura de la Unión Europea" lo que sería "un hecho muy sintomático".
¿Qué acerca el inicio del fin de la zona Schengen? Las turbulencias en la economía europea y la avalancha de refugiados siguen siendo los dos factores que más ponen en peligro la viabilidad del acuerdo de Schengen.
Crisis de la zona euro
Hace alrededor de tres años, fruto de la crisis de la zona euro, circularon los primeros temores sobre la posible desintegración de la UE. Algunos políticos y politólgos europeos indicaron que la posible salida de Grecia de la zona euro hubiera podido generar la suspensión del tratado Schengen.
En abril de 2012 el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, declaró que "la situación en muchos países miembros de la UE es la siguiente: la xenofobia va en aumento, el euro está cuestionado y la apertura de las fronteras internas está amenazada". El hecho de que el euro siga siendo inestable echa más leña al fuego.
Flujo incesante de refugiados
Sin embargo, el factor que despierta la mayor preocupación en la comunidad europea es la crisis migratoria que experimenta la UE desde finales de agosto pasado: no solo en las calles del viejo continente, sino en sus propios gobiernos.
Una oleada masiva de refugiados, más de 1,2 millones de personas, huyeron de países devastados por conflictos y llegaron a la UE en 2015, de acuerdo con la agencia Frontex. Según la Comisión Europea, el continente vive la mayor crisis migratoria desde la Segunda Guerra Mundial.
La actual política migratoria de Unión Europea ya no funciona y eso la obligará a crear un nuevo sistema de control fronterizo, según aseguró a RT el jefe del Departamento de Ciencia Política de la Universidad de la Amistad de los Pueblos, Yuri Pochta.
¿Qué pasará cuando la zona Schengen colapse?
'The Financial Times' ofrece cuatro escenarios básicos que podrían suceder en Europa si termina con el acuerdo Schengen:
- Salida de Grecia. Un flujo incontrolado de refugiados parte desde allí hacia otros países europeos, a los que genera "un dolor de cabeza".
- Restauración de fronteras. El territorio de la zona Schengen está sembrado de muros y alambradas entre Hungría y Serbia, Eslovenia y Croacia, Austria y Eslovenia... Además, algunos países consideran cerrar completamente las fronteras entre los Estados.
- Campos de refugiados. El gran número de refugiados genera la necesidad de construir más lugares de acogida, con lo cual cada vez hay más campos de refugiados a lo largo de las fronteras de los países europeos.
-Minizonas sin controles fronterizos. Algunos analistas vaticinan que aumentaría el número de fronteras cerradas y se volvería a las minizonas sin controles fronterizos, como el Benelux o la Zona Norte. Esa ruptura podría marcar una "peligrosa pérdida colectiva de confianza".