El Gobierno del presidente estadounidense Barack Obama ha autorizado al Pentágono a bombardear posiciones tanto del Estado Islámico como de Al Qaeda en Afganistán, informa el periódico 'The Washington Post'.
Según recuerda el periódico, antes de la nueva decisión los soldados de EE.UU. podían aplicar la fuerza en tres casos: para atacar a Al Qaeda, para proteger a los militares afganos y para ayudar a las tropas extranjeras.
El cambio se produce en medio de los esfuerzos del Gobierno afgano por hacer retroceder a los talibanes, cada vez más activos, que ponen en peligro no solo las esperanzas de la población civil, sino también la del presidente Obama de poner fin a la participación militar estadounidense en Afganistán antes de que termine su mandato. La Casa Blanca ya ha alterado en varias ocasiones los planes iniciales del presidente de retirar las tropas estadounidenses.
Mientras tanto, la situación en el país se complica. El Estado Islámico aumenta su presencia en Afganistán, donde se enfrenta a los talibanes por el control de los recursos y a las fuerzas estatales.