Los Ministros del Interior de la UE se reúnen en Ámsterdam este lunes para discutir diversas medidas que permitan a los Estados reintroducir los controles fronterizos nacionales durante un pazo de dos años, lo cual puede suponer el fin del Acuerdo de Schengen. Durante los 30 años de su duración toda persona que haya entrado de forma regular por una frontera exterior de la UE o resida en uno de los países que aplican el Convenio puede ha podido circular libremente en su territorio, informa Euronews.
La crisis de los refugiados en Europa ha llegado a un punto en el que debe ser resuelta o, de lo contrario, puede amenazar la continuidad de Schengen, ha declarado la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, en su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos del pasado domingo, aumentando así los temores sobre que este acuerdo pueda ser sometido a revisión. Además, Lagarde ha advertido que la afluencia de refugiados constituye un riesgo concreto para la supervivencia del espacio Schengen.
En virtud del Acuerdo de Schengen, los controles fronterizos temporales pueden prorrogarse por un período total de dos años. Para que la extensión pueda ocurrir, los líderes de la UE tienen que estar de acuerdo en que las "graves deficiencias persistentes" en los controles en las fronteras externas de Schengen ponen su propia existencia en peligro.
"Todavía no hemos puesto en marcha este mecanismo... (pero) esta posibilidad existe, está ahí y la Comisión está preparada para utilizarla si es necesario", ha declarado el pasado viernes una portavoz del Ejecutivo de la UE, informa Reuters. En caso de que esto suceda, la Comisión tendría que recomendar la extensión y el Consejo Europeo aprobarlo por mayoría cualificada.
Intensificación de los controles fronterizos
Hasta el momento, seis miembros del espacio Schengen (Alemania, Suecia, Austria, Francia, Dinamarca y Noruega) se han visto obligados a recurrir al establecimiento de controles fronterizos temporales en este espacio de libre circulación europeo, medidas que pueden permanecer en vigor hasta mayo.
A principios de enero, Dinamarca intensificó los controles en su frontera con Alemania, mientras que Suecia amplió los controles de identidad de todos los viajeros. Copenhague dijo que se negaba a admitir personas que no tuvieran una identificación con foto. Por su parte, Austria ha empleado recientemente tropas del Ejército para detener a los migrantes que transitaban a través Alemania. Además, Macedonia, actuando a petición de Eslovenia, ha cerrado a los refugiados su frontera con Grecia.
La protección de las fronteras exteriores no funciona. Schengen se ha derrumbado
El pasado viernes, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, pidió la creación de una valla a lo largo de las fronteras macedonias y búlgaras con Grecia para frenar la afluencia de refugiados. "Si no podemos asegurar las fronteras exteriores (de la UE), a pesar de lo costoso o urgente que es, acabaremos destruyendo nosotros mismos el espacio Schengen", advirtió.
Por su parte, el ministro alemán de Cooperación y Desarrollo, Gerd Müller, sostuvo que la Comisión Europea ha perdido autoridad a causa de la crisis de refugiados. "La protección de las fronteras exteriores no está funcionando. Schengen se ha derrumbado. No ha existido una distribución justa de los refugiados", declaró a 'Bild'.
Grecia, en el punto de mira
Asimismo, los ministros de Interior de la UE discutirán este lunes los planes de "expulsar temporalmente" a Grecia del espacio Schengen.
"Si el Gobierno de Atenas no hace más por la seguridad de las fronteras exteriores de la UE, tendremos que hablar abiertamente de una exclusión provisional de Grecia del espacio Schengen", ha expresado el pasado sábado la ministra austriaca del Interior, Johanna Mikl-Leitne, al diario 'Die Welt'.
Según Mikl-Leitne, "es un mito que la frontera greco-turca no se pueda controlar". "La paciencia de muchos europeos está llegando a su fin. Hubo muchas conversaciones, ahora debemos actuar. Se trata de proteger la estabilidad, el orden y la seguridad en Europa", expresa.
Schengen, criticado por euroescépticos y nacionalistas
Schengen ha estado en numerosas ocasiones bajo la mirada crítica de los euroescépticos y los partidos de extrema derecha, como el Frente Nacional francés, Partido de la Independencia del Reino Unido o el Partido de la Libertad neerlandés, que afirman que este espacio de libre circulación europeo es una puerta abierta a los criminales e ilegales los migrantes.
Las autoridades alemanas tienen previsto facilitar la deportación de criminales extranjeros, incluidos los solicitantes de asilo, al levantar algunas de las restricciones que obstaculizaban el proceso. La iniciativa surgió a raíz de una serie de agresiones sexuales que tuvieron lugar en la víspera de Año Nuevo en una serie de países europeos, registrándose el mayor número de ataques en la ciudad de Colonia.
FRONTEX, la Agencia Europea para la Gestión de la Cooperación Operativa en las Fronteras Exteriores de la UE, sostiene que aproximadamente 108.000 inmigrantes habían llegado a Grecia el pasado diciembre (40 veces más de los que llegaron en diciembre de 2014) y afirma que el número total de llegadas de refugiados a Grecia en 2015 es de 880.000.
Además, la agencia ha destacado que en 2015 ha habido 1.830.000 millones de cruces fronterizos ilegales detectados en las fronteras exteriores de la UE, frente a los 283.500 del año anterior.
"En la actualidad, aunque hay instalaciones para la recepción en la frontera terrestre, se impide a la gente cruzarla, y a esta no le queda otra opción que recurrir a medios ilegales para llegar al continente, con lo cual arriesgan sus vidas y las de sus familias en el mar", denuncia Marie Elisabeth Ingres, jefa de la misión griega de la organización humanitaria Médicos Sin Fronteras.