En medio de la actual crisis migratoria, lo que más preocupa a la comunidad internacional es la incapacidad de las autoridades de los países afectados para encontrar una solución al drama humano. Mientras Europa construye muros para protegerse del flujo migratorio y contempla incluso usar las fuerzas armadas contra la llegada masiva de inmigrantes, se suceden a diario las noticias sobre la muerte de migrantes que huyen de sus países devastados por conflictos, sobre todo de Oriente Medio y África del Norte.
La crisis migratoria en cifras
Inmigrantes que cruzaron el Mediterraneo en 2015: más de 300.000
Inmigrantes en las fronteras de la UE en julio: más de 107.000
Muertes de inmigrantes en 2015: más de 2.500
Hungría levanta su muro
Hungría, uno de los países que hace frente al mayor número de inmigrantes, ha decidido construir un muro de 4 metros de altura y 175 kilómetros de longitud para no permitir la entrada de los indocumentados. A principios de julio, un proyecto de ley que prevé la construcción del muro en la frontera con Serbia fue aprobado por el parlamento húngaro.
El proyecto de ley también establece normas más estrictas de solicitud de asilo que permitirán a las autoridades mantener a los migrantes en campamentos, reducir el tiempo de revisión de sus solicitudes de asilo y limitar sus posibilidades de apelación.
Serbia no espera un aumento del flujo
Al igual que Macedonia, Serbia se ha convertido en un país de tránsito para los migrantes, que intentan en su mayoría trasladarse a los países más desarrollados de la UE. Desde principios de agosto, llegaron a Serbia 23.000 inmigrantes (unos 90.000 desde principios de año), la mayoría ciudadanos de Siria. En Serbia han sido organizados dos centros temporales de tránsito de inmigrantes.
El ministro serbio de Exteriores, Ivica Dacic, asegura que el país no va a construir un muro en la frontera con Macedonia para detener la ola de refugiados. Según Dacic, cuando se cierre la frontera con Hungría, los refugiados se dirigirán a la UE a través de Croacia y Bulgaria. "Esto significa que Serbia no tendrá que construir campamentos para los inmigrantes, ya que no se espera un aumento en su número", dijo.
Macedonia, en estado de emergencia
El 20 de agosto Macedonia declaró el estado de emergencia ante la oleada de migrantes. El Gobierno ordenó a la policía y al ejército que patrullara las regiones fronterizas del país a fin de detener el flujo, registrándose algunos enfrentamientos en los que policía usó gases lacrimógenos.
Miles de inmigrantes tratan de viajar en tren desde la zona fronteriza entre Macedonia y Grecia, cerca de la ciudad macedonia de Gevgelija, hasta la frontera serbia, para después llegar a Hungría, lo que supondría para ellos la entrada en la zona Schengen, el área de libre circulación de personas en Europa. En julio, alrededor de 39.000 inmigrantes, la mayoría procedente de Siria, trataron de atravesar Macedonia.
Grecia, entre crisis económica y humanitaria
Según Naciones Unidas, al menos 124.000 de personas han cruzado las fronteras marítimas de Grecia en los primeros siete meses de 2015.
El 20 de agosto un barco griego de gran calado llegó al puerto de El Pireo, cerca de Atenas, con 2.500 refugiados que habían sido recogidos en cuatro islas del mar Egeo.
A principios de agosto, el primer ministro griego, Alexis Tsipras, pidió ayuda a los países de la UE para afrontar la crisis migratoria. "Este problema está más allá de las capacidades de Grecia, que está en crisis económica, y al mismo tiempo está viviendo una crisis humanitaria", dijo Tsipras.
Alemania: Sociedad dividida
La llegada masiva de inmigrantes ha dividido a la opinión pública de Alemania, registrándose manifestaciones tanto a favor como en contra de la inmigración en distintas partes del país.
La pequeña ciudad alemana de Heidenau fue escenario el 23 de agosto de enfrentamientos entre la Policía y grupos de extrema derecha disconformes con la llegada de cada vez más inmigrantes a la zona. Decenas de personas, la mayoría de ellas agentes policiales, resultaron heridas.
La renuncia de la mayoría de países de la Unión Europea a acoger el creciente número de inmigrantes que llegan a las fronteras meridionales del continente supone una "gran vergüenza", declaró Sigmar Gabriel, vicecanciller de Alemania. A su vez, la canciller Angela Merkel dijo que "la inmigración preocupará al país más que la crisis griega y la inestabilidad del euro".
Francia y el Reino Unido, defendiendo su frontera
A finales de julio más de 2.000 inmigrantes ilegales intentaron penetrar en el Eurotúnel que une Francia con el Reino Unido a través de una terminal de carga en el puerto de Calais. Varias personas resultaron heridas al intentar subirse a los trenes y camiones, y los servicios de los trenes sufrieron retrasos.
Ambos países instan a la Unión Europea a resolver los problemas fundamentales que están detrás de la crisis migratoria en la ciudad francesa de Calais; ya que los desplazados llegan a la zona de tránsito entre ambos países atravesando otros Estados miembros del bloque y estos "deberían reaccionar".
Una "venganza" por las guerras
"El flujo migratorio que se ha registrado en estos años se debe, entre otras razones, a las guerras en las que Europa está participando como cómplice de Estados Unidos y de Israel en Oriente Medio", opina el analista internacional Juan Luis González Pérez. Según él, la llegada de inmigrantes es una especie de "venganza" por esta participación europea.
Por su parte, Peio Aierbe, miembro del Comité de Administración de la red euroafricana Migreurop, comenta en declaraciones a RT que en países como Siria, Irak y Eritrea, de donde proceden muchos inmigrantes "inciden de manera muy directa los intereses económicos de las grandes potencias e influyen unas razones endogámicas de falta de libertades y, finalmente, una incapacidad de la comunidad internacional de poder encauzar los conflictos en una vía de solución pacífica y democrática".
Medidas de la UE, en tela de juicio
Países como Austria y Hungría ya contemplan la posibilidad de usar la fuerza militar contra los inmigrantes, que a su vez huyen de conflictos armados, cayendo de esa forma en un círculo vicioso.
La coordinadora de la red euroafricana Migreurop, Brigitte Espuche considera "condenable e ineficaz" el empleo de medidas militares para impedir la llegada de inmigrantes. Asimismo, acusa a Europa de tratar el asunto con un "cinismo terrible".
Melissa Fleming, portavoz del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, recuerda a su vez que la mayoría de los inmigrantes que intentan entrar en Europa, no escapan de sus países por decisión propia, sino que son desplazados que tienen derecho a solicitar asilo.
Este domingo el papa Francisco calificó las muertes de inmigrantes de "crímenes que ofenden a toda la familia humana" y elevó una oración por los 71 inmigrantes que se asfixiaron en un camion en Austria esta semana.
Los humoristas gráficos y caricaturistas de todo el mundo también han reflejado esta tragedia en sus viñetas cargadas de solidaridad, que circulan estos días por la Red. "Se ruega a los inmigrantes que se ahoguen en sus costas", reza un de las mordaces caricaturas que cargan contra la UE y sus medidas cada vez más restrictivas.