El sistema logístico digital del caza F-35 Lockheed Martin —uno de los proyectos de defensa más costosos y problemáticos en la historia de EE.UU.— podría ser vulnerable a los ataques cibernéticos, según ha asegurado Michael Gilmore, jefe de pruebas de armamento del Pentágono, e informa 'Defense News'.
Entre los múltiples problemas que ha afrontado el aparato, el desarrollo de su Sistema Autónomo de Información Logística (ALIS, por sus siglas en inglés) se ha complicado por retrasos en los requerimientos, envíos tardíos e incompetentes, su gran necesidad de recursos humanos y su compleja arquitectura con probables (aunque no probadas) deficiencias cibernéticas, indicó Gilmore en una nota escrita el 11 de diciembre, pero divulgada por los medios recientemente.
Posteriormente, la Oficina de Programas Conjuntos del F-35 (JPO, por sus siglas en inglés) del Pentágono reconoció que el ALIS necesitaba afrontar una prueba de seguridad cibernética más sólida.
Asimismo, el jefe de pruebas de armamento del Pentágono expresó su preocupación sobre el hecho de que el desarrollo del 'software' de combate pudiera retrasarse y consideró que el plan del JPO para finalizar el trabajo en el Block 3F del avión —el bloque final que requiere para tener una capacidad bélica total— para el 31 de julio de 2017 no era realista.
Así, Gilmore indicó que apresurar el horario para cumplir este plazo "constituye un riesgo muy alto de fracasar" en el periodo de pruebas final, antes de la producción. Por su parte, el JPO admitió que hay cuatro meses de "riesgo potencial" en el calendario de pruebas del Block 3F, pero afirmó que los tests concluirán en el verano de 2017.
El proyecto del caza polivalente F-35 ya ha sido criticado en numerosas ocasiones por su inflado presupuesto, los múltiples problemas técnicos revelados durante las pruebas y los retrasos en los plazos. Las estimaciones barajan que este controvertido proyecto le costará a EE.UU. alrededor de 1.500 millones de dólares.