El virus del Zika: Cómo "un misterio médico" sorprendió a los científicos en Brasil

Originado en un bosque de Uganda, el virus del Zika fue descubierto en un macaco Rhesus en 1947. En 1978, se registró un brote de fiebre aguda provocado por el virus en Indonesia. Durante años, el virus se expandió por el Pacífico, llegando al este de Filipinas y al norte de Australia. En octubre de 2013, el zika arribó a la Polinesia Francesa, Tahití y Bora Bora, y después, a comienzos de 2014, hizo su aparición en Nueva Caledonia, cerca de Australia. El primer caso de la enfermedad en América Latina fue documentado en febrero de 2014 en isla de Pascua (Chile). A continuación, se registró un brote del virus en Brasil.

¿Quién llevó el virus a Brasil? 

Hay dos teorías sobre las vías por las que el virus ha podido llegar a Brasil, informa 'The New York Times'. La primera fue apoyada por científicos brasileños que estudiaron los patrones de vuelo de avión y llegaron a la conclusión de que el virus fue traído por aficionados al fútbol que habían acudido a la Copa del Mundo del año 2014 en Brasil. 

La segunda teoría fue propuesta por científicos franceses que habían investigado el brote de la enfermedad en la Polinesia, y sostiene que el virus apareció en el país más tarde, en el curso de la carrera de canoas Va'a World Sprint, que atrajo a varios equipos de la Polinesia.

El desarrollo del virus en Brasil

Los médicos, pediatras y neurólogos comenzaron la búsqueda de algo que nunca habían visto 

Hace un año, los primeros pacientes comenzaron a acudir a los hospitales públicos de Natal (Rio Grande do Norte). La cantidad de pacientes que se quejaban de fiebre, dolencias en las articulaciones y la cabeza, aumentaba. En ese contexto, en enero de 2015, alrededor de 100 personas acudieron al médico con síntomas similares.

En marzo pasado, ya era imposible ignorar la difusión de la "misteriosa enfermedad", indica la fuente. Más de 6.800 muestras de pacientes desde 4 meses hasta 98 ​​años de edad fueron analizadas para determinar la causa de su malestar. Se sospechaba de dengue, de parvovirus, de chikunguña y de otras enfermedades, que los médicos acabaron descartando.

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No obstante, en abril del mismo año, los médicos Gúbio Soares y Silvia Sardi de la Universidad Federal de Bahía (Salvador) ya afirmaban que se trataba de zika, y sostenían que habían sentido un alivio, puesto que este virus "es menos agresivo que los virus que ya habían tratado en Brasil".

Meses después, en agosto del año pasado, algo extraño sucedía en otra urbe, Recife, una ciudad costera de Brasil: "los médicos, pediatras y neurólogos comenzaron la búsqueda de algo que nunca habían visto", afirmó M. Celina Turchi, investigadora de enfermedades infecciosas de la Fundación Oswaldo Cruz de Brasil. "Los niños nacían con caras normales hasta las cejas, pero con frentes y cabezas muy extrañas", recordó al hablar de la carácterística microcefalia. Al enfrentarse con este fenómeno, los médicos estaban sorprendidos. Por entonces aún desconocían que se enfrentaban con la primera gran oleada de la enfermedad. 

A partir de entonces, la Organización Mundial de la Salud declaró una emergencia de salud pública causada por el virus. Tras la emergencia, las mujeres embarazadas que residen en los países donde circula el virus, recibieron avisos para evitar tener hijos o incluso abstenerse de tener relaciones sexuales sin protección con hombres que han visitado esos países. Tras el aviso, se ha abierto un debate en los países católicos sobre el derecho de la mujer de tener un control de la natalidad y el aborto.